El 57,3% de los aragoneses preferiría vivir en un pueblo
Las oportunidades en materia de ocio, educación, comercio y trabajo potencian la vida urbana en detrimento de la rural.
¿Vivir en el pueblo o en la ciudad? ¿Tener a mano todos los servicios y más oportunidades laborales o disfrutar de la tranquilidad de un pequeño núcleo en el que todo el mundo se conoce? La duda es recurrente entre las parejas que quieren encontrar un hogar y formar una familia, y aunque la tendencia hacia lo urbano es clara, lo cierto es que hay una mayoría de aragoneses, hasta el 57,3%, que preferiría vivir en una pequeña localidad, según revela una encuesta de A+M para Heraldo de Aragón.
Hay quórum: un 68,4% de los ciudadanos reconoce que se vive mejor en un sitio pequeño. Pero el deseo no siempre coincide con las necesidades y, por eso, apenas un 35,7% de los consultados, poco más de un tercio, tienen su vivienda habitual en un municipio con un vecindario reducido.
Pero, ¿qué razones hay para no perseguir el sueño rural? Los motivos son claros: ocio (lo valoró el 58% de los encuestados), acceso a una mejor educación (41,6%), más comercios (40,7%) y más oportunidades laborales (39,2%). También se destacan aspectos como el transporte y la sanidad, las infraestructuras disponibles, la privacidad y el nivel de vida en general.
Los irreductibles del mundo rural tienen otras prioridades. La tranquilidad es la motivación mayoritaria (la nombra el 68,3% de los sondeados), seguida por el menor estrés (40,2%) y la seguridad que les confiere su entorno (38,9%).
Asimismo, valoran aspectos como la comunicación con los vecinos (35,7%), la menor contaminación (20,1%) y la ausencia de ruidos (18%). Otras respuestas recurrentes son los inexistentes problemas de tráfico, el acceso a la naturaleza, la vida sana y los precios.
Los orígenes
Cabe destacar que los padres del 68,8% de los preguntados hayan nacido en un pequeño núcleo de población, lo que motiva que el 57,5% mantenga algún tipo de vínculo con esa localidad. Eso sí, poco más de la mitad mantiene propiedades en su pueblo de origen.
Y tampoco son muchos los que visitan el municipio de procedencia de su familia cada semana (sólo lo hace el 8,6%). La mayor parte se acerca durante las vacaciones de verano (94,1%) y en las fiestas patronales (90,8%), mientras que el 51,4% hace lo propio en los puentes y en Semana Santa y Navidad. El 23,2% lo visita una vez al año y un 12,2% reconoce que no ha ido desde hace tiempo.