El Pirineo prevé mantener la tendencia al alza de 2017 y llegar en verano a 700.000 visitantes

El Pirineo aragonés ha iniciado ya la cuenta atrás para una campaña de verano que espera sea "magnífica". El espectacular aumento de visitantes registrado en la temporada de invierno, que llegó prácticamente al 15% –casi el doble que la media de la Comunidad, situada en un 8,5%–, y la histórica Semana Santa han disparado las expectactivas de los empresarios. Y el primer y mejor síntoma de que sus previsiones van por buen camino son las reservas que ya se están recibiendo, con más antelación que en veranos anteriores.

El sector confía en mantener esta tendencia de crecimiento, con lo que el Pirineo podría alcanzar entre junio y septiembre los 700.000 visitantes, un 15% más que en 2016. Más de la mitad se alojarán en alguno de los cerca de 300 establecimientos hoteleros abiertos en Jacetania, Alto Gállego, Sobrarbe y Ribagorza, que suman 14.800 plazas. A ellos se unen 59 cámpines (23.072 plazas), 641 alojamientos de turismo rural (4.783) y 866 apartamentos turísticos (3.952). Y aunque no aparece en las estadísticas oficiales, hay que añadir la población flotante de 45.000 segundas residencias que hay en Huesca, según el último censo de viviendas.

El Pirineo ocupa un peso preponderante en el sector turístico de Aragón ya que, dejando fuera las estadísticas de la ciudad de Zaragoza, que supera las 30.000 plazas hoteleras, las cuatro comarcas del norte de la provincia de Huesca atraen al 60% de los visitantes que llegan en verano, con una ocupación media en los hoteles cercana al 70% en agosto. Esto repercute en el empleo del sector hostelero altoaragonés, que el verano pasado pasó de 5.119 afiliados en mayo a 7.352 en plena temporada alta (43%). Unas cifras que podrían superarse.

Las expectativas del Gobierno de Aragón coinciden con las de los empresarios. La directora general de Turismo, María Luisa Romero, asegura que las acciones de promoción "son para mantener ese 15% de aumento que llevamos este año e intentar superarlo", prolongando así las espectaculares cifras del sector el año pasado, cuando marcó un récord de turistas (3,4 millones) y pernoctaciones (casi 7,5 millones).

"Son pioneros y visionarios"

En este sentido, Romero resalta que la DGA está atenta a las nuevas tendencias "porque el turista ya no solo busca destino sino vivir una experiencia y llevarse un recuerdo". Y reconoce que "en el Pirineo han sido pioneros y visionarios, entendiendo que el turismo es un factor económico muy importante, y luego se han ido añadiendo las provincias de Zaragoza y de Teruel".

La Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca está detectando también un incremento de las reservas de grupos contratados por agencias. "Si el tiempo nos acompaña, puede ser un verano muy bueno", aventura el presidente, Roberto Pac, quien atribuye el 15% de repunte de este 2017 "a que estamos recogiendo los frutos del buen trabajo que han hecho en estos años la DGA, comarcas, ayuntamientos y empresarios".

Los cálculos del verano que están haciendo las asociaciones turísticas del Pirineo son muy optimistas. En el valle de Tena, por ejemplo, Sandra Lecina, gerente de la entidad, se felicita de que "se están empezando a animar mucho las reservas para finales de junio y julio". Y destaca que pese a que el destino de naturaleza depende mucho del tiempo y por tanto de las reservas de última hora, "también hay eventos marcados en el calendario que se están empezando a mover desde muy pronto como los fines de semana del festival Pirineos Sur".

También el turismo rural espera un verano mucho mejor "por los indicadores que tenemos a nivel de reservas", según Paco Parra, presidente de la Asociación Turismo Verde, que suma cerca de 4.000 plazas. Y en su caso también están observando un cambio de tendencia "porque ahora hay una mayor anticipación".