Barbastro enviará una protesta al obispado de Lérida por la cesión de una obra de Capella

La diócesis altoaragonesa critica que "debería oponerse" en el consorcio del Museo leridano al préstamo para una muestra.

El obispado de Barbastro-Monzón se dirigirá en los próximos días al de Lérida para expresarle su malestar y sus quejas tras el último conflicto derivado del litigio por los 112 bienes de propiedad aragonesa que permanecen retenidos en Cataluña, pese a los numerosos pronunciamientos judiciales que ordenan su devolución. El capítulo más reciente está protagonizado por una talla procedente de la iglesia de la localidad ribagorzana de Capella, que el Museo de Lérida ha cedido para una exposición temporal inaugurada la pasada semana en el Caixaforum leridano. Y lo ha hecho sin pedir permiso a sus dueños, por lo que la diócesis barbastrense considera que las autoridades catalanas han cometido un nuevo atropello al disponer de estos bienes a su libre albedrío.

El delegado de Patrimonio de Barbastro-Monzón, Enrique Calvera, considera que su protesta debe ir dirigida a sus homólogos de Lérida más que al propio centro expositivo, en cuyo patronato están representados, además de esa diócesis, la Generalitat, el Ayuntamiento leridano, la Diputación Provincial y la Comarca del Segriá. "A los que tenemos que empujar es al obispado, que es el que tendría que oponerse" en el consorcio del Museo.

El también responsable del Museo Diocesano de Barbastro, en el que está previsto que se custodien los 112 bienes a su esperada vuelta de Lérida, ya dejó patente su hastío con la actitud de las autoridades de la Comunidad vecina nada más conocer a través de este periódico el préstamo de la talla de Santa Ana, también denominada Sagrada Generación. "No pueden disponer su traslado sin permiso del propietario", recordó, al tiempo que lamentó que sigan "con su estrategia de no hacer caso a las sentencias y actuar como dueños".

"Por las buenas o las malas"

También el propio obispo, Ángel Pérez Pueyo, ha mostrado su intención de "reclamar" que se respeten los derechos de su diócesis ante este nuevo desplante. Precisamente la pasada semana el prelado estuvo en el Vaticano y allí aprovechó para volver a dejar constancia de su interés por zanjar definitivamente un litigio que dura ya más de dos décadas. Aunque admitió que de momento ni los esfuerzos de sus antecesores en el cargo ni los suyos han dado frutos, aseguró que seguirán "tenaces en la reclamación". "Agotaremos todas las posibilidades a nuestro alcance y vamos a quemar todos los cartuchos, por las buenas y por las malas", añadió, aunque no se pronunció sobre una posible demanda al obispado de Lérida para rescatar los bienes.

El Gobierno de Aragón, por su parte, señaló que solo puede sumarse al "malestar" mostrado por el obispado ya que no tiene "poderes para intervenir", en referencia a la negativa de la diócesis a ceder a la DGA los derechos para que litigue en su nombre, como se hizo en los dos pleitos de Sijena.

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