Las titulaciones de la UZ: de Teología al doble grado de Matemáticas y Física

El campus público aragonés celebra este año el 475 aniversario de su fundación, en septiembre de 1542.

Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza.
Las titulaciones de la UZ: de Teología al doble grado de Matemáticas y Física
Sandra Lario

Fisioterapia, Márquetin, Documentación y Óptica son titulaciones muy comunes en los estudios universitarios actuales. Sin embargo, en nada se parecen a los planes de estudios que tenía la Universidad de Zaragoza cuando abrió sus puertas hace 475 años. A pesar de que esta institución académica tiene su origen en un estudio de Artes (en el que se enseñaba Gramática y Filosofía), creado por la iglesia en el siglo XII, no fue hasta 1542 cuando se constituyó de forma efectiva la Universidad de Zaragoza. "El acuerdo se firmó el 11 de septiembre de 1542, a petición del Ayuntamiento de la ciudad. Sin embargo, debido a los detractores de su implantación, no fue hasta 41 años después cuando se impartió la primera clase", detalla Guillermo Fatás, catedrático emérito de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza.

Este viernes, festividad de San Braulio, patrono de la Universidad de Zaragoza, se abren los actos conmemoratios del 475 aniversario de su fundación, en septiembre de 1542.

“En aquel momento los estudios estaban divididos en cuatro ramas: Artes, Leyes y Cánones, Teología y Medicina”, recuerda Gerardo Sanz, vicerrector de Política Académica de la Universidad de Zaragoza. Los primeros datos recopilados por la institución académica referidos al volumen de estudiantes datan de 1589, cuando había un total de 284 alumnos (142 en Artes, 58 en Teología, 71 en leyes y 13 en Medicina). Una cifra que fue incrementándose de manera casi constante con el paso de los años (a excepción de algunas épocas históricas) hasta llegar a los 30.000 alumnos que aglutinó a principios del siglo XXI. Prueba de ello es que en 1643 el número de estudiantes ya se había incrementado un 50% respecto a su inicio.

En aquella época, los pobres y religiosos tenían acceso gratuito, mientras que la mayor retribución la hacían los caballeros, nobles, canónigos y dignidades eclesiásticas, que debían pagar un real y medio (para que se hagan una idea, cuatro reales suponían una peseta).

La asistencia a clase era obligatoria, los profesores no tenían libertad de cátedra y no había exámenes. Además, para acceder a la universidad era obligatorio el conocimiento de latín, por lo que aquellos que querían formarse en Teología o Medicina debían pasar antes por la facultad de Artes. “Los estatutos de 1642 especificaban que los estudios de Artes tenían una duración de tres años, los de Teología y Medicina de cuatro y la formación en Derecho se prolongaba cinco años”, especifica el libro 'Historia de la Universidad de Zaragoza'.

Entre 1680 y 1700, el número de alumnos siguió creciendo hasta llegar a los 866, con especial presencia en Artes (54,0% de los matriculados) y Teología (20,70%). Por su parte Leyes y Cánones (16,83%) y Medicina (8,40%) se repartían el resto del alumnado. Durante años se mantuvo esta estructura de cuatro ramas, aunque poco a poco se iban introduciendo innovaciones en forma de asignaturas. Por ejemplo, una de las primeras fue la inclusión de Física Experimental en 1774.

En 1807 se puso en marcha un nuevo plan de estudios que incluía importantes novedades. Leyes y Cánones se dividían en dos y Artes se trasformaba en Filosofía y otras asignaturas (incluía materias como Álgebra, Química, y Metafísica, algunas de las cuales no se pudieron poner en práctica por la falta de recursos económicos). Por su parte, Medicina quedaba suprimida tras un largo contencioso entre la Universidad y los Colegios de Médicos y de Cirugía. Sin embargo, estos cambios duraron poco y en 1818 se volvió al planteamiento anterior.

En estos años, los alumnos podían iniciarse en la rama de Artes a partir de los 14 años; pero en el resto solo podían entrar cuando habían cumplido los 18. Por ello, al igual que en la actualidad, la mayor parte del alumnado se encontraba entre los 20 y los 30 años.

Otra vez sin Medicina

Con la llegada de 1845, la facultad de Medicina se convirtió en el “Guadiana” de la Universidad de Zaragoza, puesto que volvió a desaparecer. De este modo, solo quedaron tres facultades: Derecho, Teología y Filosofía y Letras, esta última configurándose como preparatoria de otros estudios universitarios, por lo que solo podía expedir títulos de bachiller. Esta organización era similar a la que se pondría en marcha unos años después, con licenciados y diplomados (estos últimos, eran similares a los antiguos bachilleres) Además, en esta época la vida del estudiante ya giraba en torno a los exámenes y las clases se desarrollaban de lunes a sábado.

Una vez más (alrededor de 1868), los estudios de Medicina volvieron a implantarse y esta vez lo hicieron de la mano de la facultad de Ciencias, que llegó con tres ramas diferencias: Exactas, Física y Química y Ciencias Naturales. En aquellos momentos también aparecieron las escuelas de Comercio, ampliando la oferta formativa de la ciudad. Una oferta que seguirá creciendo durante los años siguientes con la escuela de Veterinaria, la de Artes Industriales y la de Maestros (que posteriormente se irían convirtiendo en facultades).

"La Ley impulsada por Moyano fue la más duradera (alrededor de un siglo) y supuso una importante modernización", puntualiza Fatás. En aquel momento, a parte de los estudios universitarios, estaban las escuelas superiores y las de grado medio. "Por ejemplo, los notarios no eran universitarios sino que estudiaban en una escuela de Notariado", recuerda. Lo mismo ocurría con los peritos industriales o aparejadores, que cursaban sus estudios en una escuela técnica de grado medio o los maestros y enfermeros que lo hacían en una escuela de grado medio. "El Bachiller se componía de seis años, con los cuatro primeros tenías el elemental y podías cursar los estudios de estas escuelas; pero para acceder a la universidad era necesario pasar una reválida y terminar los dos años siguientes", recalca.

A principios de siglo XX ya se superaban los 2.600 alumnos y en el curso 1922-1923 se alcanzaban los 5.000. Esta tendencia ascendente se mantiene más o menos estable en los siguientes años según evidencian los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE): en el curso 1977-1978 se llegan a superar los 18.000 alumnos y ya funcionan de manera oficial siete centros universitarios (Ciencias, Derecho, Filosofía y Letras, Medicina, Veterinaria, Empresariales y ETS Ingenieros). "Fue a finales de los sesenta cuando casi todas las titulaciones de las escuelas pasaron a ser carreras universitarias", subraya Fatás.

Así llegó la planificación en dos ciclos: uno de tres años (las denominadas diplomaturas o ingenierías técnicas) y otro de dos (con el que se logra la licenciatura). “Realmente este sistema es el que se quiere volver a implantar con el 3+2, pero en vez de hablar de diplomaturas y licenciaturas, la idea es que sean grados y másteres. La diferencia radica en el precio: antes todos los años tenían el mismo coste, pero ahora el importe de un año de máster duplica al del grado”, recalca Sanz.

No obstante, hoy en día todavía se conservan algunas escuelas superiores no universitarias. "Esto ocurre con la escuela Diplomática, que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y con otras del ámbito de los negocios",  afirma Fatás.

Y llegó Bolonia

A partir del curso 2008-2009 se puso en marcha el plan Bolonia, en el que las titulaciones pasaron de cinco y tres años a cuatro. “Con esta reorganización, la Universidad de Zaragoza decidió eliminar un par de titulaciones, como es el caso de Humanidades, que se ofertaba en Huesca y Teruel, y Estadística, que fue incluida dentro de Matemáticas y se creó un máster específico”, explica Sanz. Desde su punto de vista, la oferta de Zaragoza siempre se ha caracterizado por ser prudente y conservadora: “Intentamos ofertar titulaciones concretas, que no suelen variar con el paso de los años. Por el contrario, en los másteres sí que se registra un mayor movimiento”.

"Otro de los cambios de este último lustro ha sido que los miembros de Academias Oficiales del Ejército tienen la obligación de cursar una ingeniería, a la vez que llevan a cabo su carrera militar", explica Fatás. En el caso de Zaragoza, los militares cursan sus estudios en el Centro Universitario de la Defensa: son cuatro años de ingeniería y carrera militar y uno más centrado solo en la parte militar.

En estos últimos años también se han puesto en marcha las dobles titulaciones. En 2001 se implantó el que hasta ahora es el único programa conjunto de la Universidad de Zaragoza: Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Sin embargo, según especifica el vicerrector de Política Académica, en mayo se aprobará la implantación de la segunda titulación doble: Matemáticas y Física. “En los últimos años ya había gente que compaginaba ambos estudios, con las correspondientes convalidaciones; pero la idea es que en el curso 2017-2018 sea una carrera conjunta de forma totalmente oficial”, subraya.

Así, en 475 años, la Universidad de Zaragoza ha pasado de dar clases de Teología y de que en su oferta educativa no existiera ninguna titulación de Ciencias a que el programa conjunto de Matemáticas y Física sea su gran apuesta de cara al próximo curso.

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