Más de 600 universitarios piden cambiar de carrera

Al igual que en la selectividad, la rama de Ciencias de la Salud es la más demandada.

Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza
Heraldo

Terminar Bachillerato y elegir la titulación que uno va a cursar no es una tarea sencilla. Muchos dudan entre dejarse llevar por la vocación, los consejos de sus familiares o por las salidas profesionales que tendrán dentro de cuatro o cinco años cuando hayan terminado el grado y, si lo desean y pueden permitírselo, un máster. La gran mayoría de ellos aciertan con su elección, pero siempre hay un grupo de estudiantes que terminan apostando por una carrera que no les convence. Unos porque se equivocaron en la elección, otros porque escogieron aquello a lo que podían acceder, pero en definitiva, cada año más de 600 universitarios piden a la Universidad de Zaragoza cambiarse de titulación.

En concreto, según los datos facilitados por la Universidad de Zaragoza, 684 personas presentaron la solicitud para cambiarse de carrera de cara al curso 2016-2017; 500 de ellas correspondientes a la convocatoria de mayo y unas 175 a la de septiembre. Todo ello para cubrir las 420 plazas que se ofertaron entre todas las titulaciones. “El objetivo es que puedan conseguir plaza tanto los propios alumnos de la Universidad como los que vengan de otros campus nacionales. Sin embargo, todos los años se repite el mismo problema, la mayoría de las solicitudes van destinadas a la rama de Ciencias de la Salud, donde la oferta ya es de por sí limitada”, explica Ángela Alcalá, vicerrectora de Estudiantes y Empleo.

Ejemplo de ello es que la facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de Huesca recibió 57 solicitudes para las tres plazas que ofertaban. Una en el grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, otra en Medicina y una tercera en Odontología. Finalmente consiguieron matricularse cuatro personas. “Siempre intentamos apurar las plazas que se pueden ofertar para que el mayor número de universitarios puedan continuar con la carrera que desean, pero en ciertas circunstancias es completamente imposible dar cabida a todos”, recalca.

No obstante, también recuerda que en muchas ocasiones, los estudiantes cambian de opinión. Prueba de ello es que en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte había una plaza, tres solicitudes y finalmente ningún matriculado. “Hay veces que los alumnos tienen pensado matricularse en una carrera, pero no consiguen plaza y su primer instinto es pedir un cambio de estudios en mayo, para intentar 'perder' solo un curso. Sin embargo, al acabar el primer año de la titulación se dan cuenta de que verdaderamente les gusta y finalmente deciden quedarse en ella”, señala Alcalá.

De hecho, recuerda que durante su etapa como profesora, cuando daba clases en Fisioterapia, esta situación era bastante común: “Algunos alumnos ponen como primera opción Medicina y después apuntan otras titulaciones de la rama como Enfermería o Fisioterapia. En clase me he encontrado con varios estudiantes en esta situación, estudiando Fisioterapia mientras que querían matricularse en Medicina. Al principio tienen muy claro que pedirán cambio de estudios y yo les recomendaba cuáles son las asignaturas en las que tenían que hacer más hincapié... Sin embargo, muchos de ellos, después de descubrir qué es la Fisioterapia, finalmente decidían quedarse en la carrera”.

Aparte de la rama sanitaria, la de Magisterio también concentra muchos interesados. En concreto, este año en Zaragoza ha habido 46 solicitudes para Magisterio en Educación Infantil y 47 para Primaria. En Huesca también hubo 13 y 14 respectivamente, mientras que en Teruel este problema se diluye. La diferencia es que en Zaragoza hay más solicitudes que plazas, mientras que en los otros dos campus no. “En estos casos lo que suele haber es un intercambio. Alguien que quería Primaria pero entró en Infantil o viceversa. También se producen cambios para intentar acercarse a la provincia en la que uno reside, por ejemplo, gente de Teruel o Huesca que quieran ir a Zaragoza o viceversa”, recalca Alcalá.

Quedan plazas libres

A pesar de la congestión puntual que hay en determinadas titulaciones, en el cómputo global, más del 50% de las plazas que se ofertan se quedan sin cubrir. En concreto, este año solo se ocuparon 206 de las más de 400 vacantes que había. En la rama de Ciencias, todas las titulaciones tuvieron 10 plazas respectivamente (un total de 60 plazas), sin embargo, en ninguna de ellas hubo tantas solicitudes y, por su puesto, el número de matriculados ni siquiera llegó a 15 en el cómputo global.

Esta situación se repite entre las titulaciones de Filosofía y Letras, Ciencias Sociales y del Trabajo y en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura. Solo en determinadas ocasiones, como fue en Ingeniería Informática este año, se llenan todas las plazas. Situación especial es la que se vive en Economía y Empresa y Derecho, donde suele haber muchas plazas, muchas solicitudes, pero finalmente siempre quedan plazas disponibles. No hay que olvidar que para pedir el cambio de estudios es necesario tener aprobados, al menos, 30 créditos de la carrera (es decir, medio curso académico).

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