Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Tapones para el aceite a la conquista del vino

Ifamensa, situada en la localidad zaragozana de Villanueva de Gállego, innova con una máquina capaz de enroscar 2.800 tapones de botella en una hora.

Carlos Briz con su maquinaria en el expositor de la empresa en la última edición de Enomaq.
Carlos Briz con su maquinaria en el expositor de la empresa en la última edición de Enomaq.
A. R.

Hasta 2.800 botellas en una hora es capaz de cerrar con tapones de rosca la máquina que la empresa Ifamensa, ubicada en Villanueva de Gállego (Zaragoza), llevó hasta la última edición de Enomaq, certamen celebrado en el recinto ferial de la capital aragonesa y que visitaron cerca de 27.000 personas. Un evento en el que, tal y como afirmaba Carlos Briz, director técnico de Ifamensa, «no hemos hablado de crisis con nadie. Más bien al contrario, ha crecido el número de contactos y las posibilidades de negocio».

Ifamensa, empresa dedicada a la fabricación de máquinas envasadoras (principalmente embotelladoras) y taponadoras, desarrolla su actividad en Villanueva desde el año 1985, aunque su experiencia en el sector es mucho más dilatada, ya que su antecesora, Talleres Hermanos Briz, arrancó su actividad ya en el año 1962.  En la actualidad da empleo a ocho trabajadores.

En sus instalaciones fabrican desde máquinas semiautomáticas hasta líneas completas de envasado o cualquier maquinaria empleada en las fases intermedias del proceso de embotellado: posicionadoras de envases vacíos, llenadoras, taponadoras, etiquetadoras, formadoras de cajas, encajonadoras y cerradoras de cajas.

Máquinas personalizadas

Aunque su fabricación principal es de maquinaria estándar, en Ifamensa consideran esencial satisfacer las peticiones de cada cliente. «Actualmente los formatos de envases son muchos y muy diferentes, por eso estudiamos cada caso y asesoramos a cada cliente fabricando la máquina que mejor se adapta a sus necesidades. Somos especialistas en diseñar envasadoras personalizadas». Este asesoramiento no concluye con la fase de fabricación. Los clientes cuentan con un servicio de post-venta permanente, ya que es la propia empresa la que facilita las piezas de repuesto y repara las máquinas para lograr su máximo rendimiento.

Una personalización que, en gran medida, viene determinada por el tipo de líquidos que se van a envasar. Por ello, en Ifamensa producen maquinaria adecuada para cualquier tipo de líquidos, ya sean fluidos o pastosos y que van desde el agua o los licores hasta como geles, cremas o productos de limpieza. De hecho, según explica Briz, «la máquina taponadora que hemos presentado, una mejora de la anterior, estaba principalmente orientada al mercado del aceite, sin embargo, cada vez cuenta vez con más aceptación entre el sector del vino».

El director técnico de la empresa asegura que el tapón de rosca «no altera en ningún modo las propiedades del vino y ofrece un cierre muy hermético». Además «permite abrir y cerrar las botellas varias veces y llevarlas de un sitio a otro, algo que con los tapones de corcho no es posible», añade Briz.

Más información en el Suplemento del Campo

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