La caída de cascotes del revestimiento de la torre de la Seo obliga a vallar su base

Un equipo de Bomberos se descolgó desde el campanario y retiró entre 30 y 40 kilos de material, aunque no hubo que lamentar ningún herido.

Varios cascotes del recubrimiento de la torre de la Seo cayeron ayer al suelo sin causar heridos. La afección, localizada en la base de una de las esculturas que la adornan, a unos 45 o 50 metros de altura, obligó a los Bomberos a descolgarse desde el campanario para asegurar el entorno y retirar aquellos materiales que pudieran suponer un riesgo para los viandantes. La Policía Local, que dio el aviso a las 12.25, valló el perímetro "por precaución". La previsión es que siga cerrado hasta que se realice "el mantenimiento necesario".

Al suelo cayeron fragmentos de pequeño tamaño. En la base de la torre, no obstante, se retiraron entre 30 y 40 kilos de revestimiento de considerables proporciones. Hasta la zona se desplazaron varios agentes de la Policía Local, una unidad de mando de Bomberos y una autoescala automática de 30 metros de longitud. Esta última no pudo utilizarse dadas las especiales características de la plaza de la Seo, que alberga bajo el subsuelo el Museo del Foro de Caesaraugusta. "En todo caso, tampoco habría llegado hasta ese punto", aclaró el sargento de Bomberos José Antonio Samper, que estuvo al frente de un operativo que no concluyó hasta prácticamente las 14.40.

El trabajo del equipo de rescate vertical, que pudo acceder al punto exacto (el pedestal de una de las cuatro esculturas de las ‘Virtudes Cardinales’ de Joaquín Arali), permitió confirmar que el material que había caído al suelo era "parte del revestimiento que embellece la torre". Ignacio Sebastián Ruiz, canónigo encargado de la catedral, aseguró que el desprendimiento podría tener su origen "en la humedad, el viento y las inclemencias del tiempo", que pudieron hacer que el recubrimiento se agrietase. Recalcó, en todo caso, que lo ocurrido no era "nada grave". "La estructura está saneadísima, es una torre estable", añadió.

Ruiz, que fue avisado por un Policía Local "al salir de la catedral", comparó el material desprendido con el yeso que recubre los tabiques de ladrillo de una vivienda. Una vez analizado el problema, los bomberos instaron al Cabildo a realizar tareas de mantenimiento en todas aquellas zonas de riesgo, recomendación en la que ya se trabaja. "El arquitecto decidirá si merece la pena volver a revocar esa parte o si se deja tal cual", explicó. Recordó, en todo caso, que la Seo "tiene un mantenimiento mensual". Cada 30 días se revisan los tejados, los altos... "Es un edificio muy grande. Puede que esa zona no se revisase este mes, pero estos materiales pueden caer de un día para otro sin dar señal de amenaza", afirmó, e insistió en que el Cabildo "está muy pendiente de la conservación de la catedral". "El arquitecto conservador también la revisa cada 15 días, aproximadamente. Mira todos los temas de humedades, etc.", argumentó.

El arquitecto analiza ya los fragmentos

Ruiz dijo no tener constancia de episodios similares en los últimos años. Recordó, no obstante, que el cierzo "hace que sea muy fácil que en edificios antiguos se mueva alguna teja o similares". Las tareas de mantenimiento podrían empezar en breve. Ayer, no en vano, ya pudo verse por la zona a Mariano Pemán, arquitecto responsable de la restauración de 1998 y encargado de la conservación de la catedral. "He venido enseguida. Me llevo a analizar cascotes que han retirado los bomberos", aseveró. Su intención era comenzar lo antes posible. "Imagino que el Cabildo nos llamará rápidamente. Esto no se puede dejar así", opinó.

Las labores del equipo de rescate vertical, que "logró hacer fácil lo difícil", según Samper, fueron seguidas por decenas de personas en la plaza de la Seo. Muchos creían que los trozos desprendidos, que llegaron al suelo en pedazos, pertenecían a una de las esculturas del tercer cuerpo de la torre, pero Ruiz no tardó en confirmar que no había resultado dañada ninguna figura, ni nada que afectase a la estructura.

El despliegue acaparó toda la atención. "Pocas mañanas se había mirado tanto la torre de la Seo", bromeó Ruiz. Allí, todos querían saber qué había pasado. Los hubo que, teléfono en mano, siguieron al minuto los trabajos e inmortalizaron cada momento. Aunque todo quedó en un susto, urge analizar el estado actual del resto de la torre y actuar en consecuencia.

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