A partir del próximo 15 de febrero, decenas de médicos especialistas dejarán sus puestos para cambiar de destino, dentro del macroconcurso de traslados que se está resolviendo en el Salud. Este movimiento amenaza con dejar varios servicios de los hospitales de Huesca yTeruel bajo mínimos, hasta que facultativos interinos cubran sus plazas. Los centros hospitalarios de Teruel son los que afrontarán una situación más crítica, ya que solo se han registrado cuatro solicitudes para las 109 plazas vacantes. Es decir, han quedado desiertas el 96,4% de las plazas. En Huesca, según las listas publicadas por el Salud en su web, de las 102 vacantes ofertadas en el concurso entre ambos hospitales, el 81,4% han quedado desiertas.

La situación es crítica en Teruel: 30 especialistas –16 del sector Teruel y 14 de Alcañiz– dejarán su plaza en la provincia en febrero para irse, sobre todo, a Zaragoza. Por contra, solo un intensivista y dos psiquiatras han solicitado trabajar en el Obispo Polanco de Teruel y un anestesista de este hospital se pasa al Comarcal de Alcañiz. Es el único profesional que ha pedido este destino.

En la provincia oscense, los servicios que pueden quedar más maltrechos son Cirugía Vascular y Oftalmología en el San Jorge de Huesca, y Neumología en Barbastro, según advierte el Colegio Oficial de Médicos de Huesca, que reclama al departamento de Salud "incentivos" para atraer a los profesionales a estos hospitales. En el caso del San Jorge, solo 16 facultativos han pedido ocupar alguna de las 51 plazas que salieron, mientras que en Barbastro solo tres especialistas han solicitado una de las 51 vacantes incluidas en el concurso: un neurólogo, un médico internista y un pediatra.

Desde el Salud recalcan que "la atención está garantizada porque las plazas que dejen libres serán cubiertas inmediatamente por interinos ya que por primera vez habrá una bolsa única que permitirá una resolución mucho más ágil de la situación". Prevén que ambos procesos se resuelvan a la vez y que unos y otros tomen posesión de sus nuevos puestos a mitad de febrero. El siguiente paso será sacar las plazas que ocupen los interinos a oposición para "estabilizar las plantillas". No obstante, los eventuales han anunciado que recurrirán esta bolsa única, aunque esto no debería parar el proceso.40 especialistas han pedido irse

Maite Villarroel, vocal de Hospitales del Colegio de Médicos de Huesca, calcula que unos 20 profesionales de cada uno de los dos hospitales altoaragoneses han pedido el traslado a Zaragoza. Las situaciones más críticas son las de Neumología en Barbastro, que se va a quedar sin ningún facultativo, porque uno de los que estaba contratado se ha ido y otro pide traslado; y la de Vascular en Huesca, que se queda con un especialista de cuatro. También Oftalmología en Huesca se quedará en precario, con un 30% menos de plantilla de la que debería, y Ginecología en Barbastro, con la marcha de tres especialistas. "En otros servicios también faltan uno o dos médicos, pero la situación no es tan grave", añade. Con todo, insiste en que esto no significa que todas las vacantes desiertas se vayan a quedar sin cubrir, ya que para eso están los interinos o las comisiones de servicio. También avisa de que "habrá especialidades que serán más complicadas porque dependerá de que haya profesionales disponibles".

Maite Villarroel espera que el Salud "tome medidas" para poner fin a este desequilibrio respecto a Zaragoza "porque si no esto nos lleva a centralizar la atención y eso no puede ser". En este sentido, reclama que los contratos en los hospitales periféricos como Huesca o Barbastro "sean menos precarios".

El presidente del Colegio, José María Borrel, hace hincapié en que no le pueden echar la culpa a los traslados "pero poco a poco los grandes hospitales van descapitalizando a los periféricos". Cree "lógico" que los profesionales prefieran Zaragoza "porque en los hospitales pequeños les limitan los medios diagnósticos y su forma de trabajar así que o escapan de allí o se van empobreciendo profesionalmente".

Considera que hace falta una política de incentivos "que sí tienen otras Comunidades", que podría pasar por obligar a especialistas a ir a un destino forzoso durante un período cuando acaba su formación; recompensarles económicamente y con un período de reciclaje "de forma que puedan mantenerse al día de las últimas técnicas". Otra alternativa sería que se compute más su estancia ante los futuros traslados. "Hay diferentes formas de incentivar, no todo es económico", subraya Borrel.

Esta fuga de facultativos repercute en la calidad de la asistencia a los pacientes. Además, los profesionales defienden que si este tipo de traslados fueran más reglados y regulares "las repercusiones podrían ser menores".