PP, PSOE y Podemos encaran 2017 con el reto de mantener el peso de Aragón en sus congresos

Populares y socialistas deben cambiar a los representantes aragoneses de sus cúpulas estatales. Echenique, en duda.

Las máquinas de los principales partidos aragoneses están ya funcionando a todo ritmo. Las federaciones de PP, PSOE y Podemos terminan 2016 con las posiciones listas para afrontar con ciertas garantías los congresos nacionales de sus respectivos partidos en 2017. La situación es similar en PSOE y Podemos en Aragón: Javier Lambán y Pablo Echenique pugnan en sus formaciones por mantener el espacio que han tenido en sus direcciones estatales hasta ahora.


El PP-Aragón afronta una situación algo diferente. Su actual presidenta, Luisa Fernanda Rudi, ha anunciado su retirada, así que el reto al que se enfrenta este partido es algo más complejo, ya que elegirán a los componentes de la nueva dirección nacional antes de que esté elegido su próximo referente autonómico.


En el PSOE-Aragón no hay divisiones respecto a qué sector del partido apoyan de cara al próximo año. Javier Lambán, que además de responsable regional sigue siendo el principal referente de la provincia de Zaragoza, ha dejado claro su apoyo a la andaluza Susana Díaz. Por la parte de Teruel, el partido que dirige Vicente Guillén ha cerrado filas con la posición que tome el PSOE-Aragón. En cuanto a los socialistas oscenses, Miguel Gracia mantiene una interlocución directa con los andaluces desde hace ya bastante tiempo y tampoco hay dudas sobre su respaldo.


Una vez que haya nuevo líder federal, el PSOE-Aragón deberá renovar su representación en la dirección. En el cónclave anterior, los aragoneses que entraron en la ejecutiva de Ferraz fueron la ejeana Susana Sumelzo y el zaragozano Carlos Pérez Anadón. La primera solo tiene alguna posibilidad de repetir si en el congreso federal se impusiese el sector crítico.


En el PP-Aragón, las estructuras provinciales de Zaragoza, Huesca y Teruel tienen poco que decir de cara al congreso nacional. De hecho, tampoco se prevé que las direcciones regionales tengan peso en estos meses previos, al haber una candidatura única, la de Mariano Rajoy. En ese contexto, los tres dirigentes provinciales –el zaragozano Luis María Beamonte, la turolense Carmen Pobo, y el oscense Antonio Torres– centran sus fuerzas en el cónclave regional que seguirá al congreso nacional.


En principio, todo apunta a que no habrá confrontación entre Zaragoza, Huesca y Teruel. Los dos bandos que había –aunque estos siempre negaron públicamente cualquier enfrentamiento– estaban liderados por Beamonte y por el oscense Roberto Bermúdez de Castro. El exconsejero de Presidencia se ha desmarcado de la carrera al saltar al Gobierno central y dejar su escaño en las Cortes, por lo que si no hay sorpresas, Beamonte asumirá el relevo de Rudi en Aragón.


En cualquier caso, ese relevo no llegará antes de abril, dos meses después de que se tenga que decidir qué aragoneses acompañan a Mariano Rajoy en la dirección del PP nacional. Los actuales representantes son Rudi y Bermúdez de Castro. La primera ya ha anunciado que no tiene intención de repetir como presidenta del PP-Aragón, pero no se ha pronunciado todavía sobre si quiere seguir formando parte de la dirección nacional, en la que está desde 1993.

Todo abierto en Podemos

En Podemos, el desenlace de Vistalegre II será clave para las aspiraciones de su líder autonómico, Pablo Echenique, que pasó de ser uno de los referentes del sector crítico con Pablo Iglesias en la primera asamblea nacional a ser reclamado como secretario de Organización el pasado marzo, tras el cese de Sergio Pascual, mano derecha de Íñigo Errejón.


El resultado de la guerra abierta en las últimas semanas entre pablistas y errejonistas –los apoyos de los anticapitalistas serán decisivos– podría afectar a Echenique a la hora de abordar el debate creciente sobre la acumulación de cargos orgánicos. Si Iglesias sigue al frente y confirma a su número tres, este podría optar por dar un paso atrás en Aragón y renovar la dirección territorial.


Y aunque en clave autonómica se niega la "segregación de familias", unos y otros toman partido. La secretaria general en Zaragoza, Maru Díaz, fue una de las firmantes del documento errejonista ‘Recuperar la ilusión’, derrotado por un escaso margen por el oficialista. También lo apoyó, entre otros, Violeta Barba, la que fuera rival de Echenique en 2015 por el liderazgo en Aragón –la apadrinó el propio Iglesias–. A un mes y medio del cónclave, todo está abierto.

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