Los impuestos y tasas que deben pagar todos los vecinos varían (y mucho) en función de donde vivan. Aunque las comparativas son odiosas –como bien dice el refrán– y entran en juego muchas y muy diferentes variables, una familia formada por cuatro miembros que resida en una casa de similares características, abone la basura anual, tenga un vehículo de la misma cilindrada y el mismo consumo de agua pagará el próximo año casi el doble de tributos si vive en La Muela que si residiera en Fuentes de Ebro.

Un análisis comparativo hecho entre 14 municipios de la provincia de Zaragoza de más de 4.000 habitantes revela que un vecino de Borja, La Almunia o Caspe pagará prácticamente lo mismo en la suma anual de tributos. Y eso que entre estas tres localidades está la que en 2017 cobrará más por la recogida de residuos sólidos urbanos y también la que menos, Caspe y Borja, respectivamente. En el primero de los casos la cantidad que se pagará al año por el servicio cuadruplicará a la del segundo.

En el caso del agua, en cambio, Caspe es el lugar en el que más barato se pagará el metro cúbico para el rango utilizado en este cálculo –se ha estimado un consumo trimestral de unos 26 metros cúbicos–. A los vecinos de La Muela, sin embargo, son a los que este servicio les cuesta más caro, a 0,8901 el metro cúbico para el mismo rango de consumo.

En este caso, como también en el de las basuras, hay que tener en cuenta que cada ayuntamiento tiene aprobadas una serie de bonificaciones en función de la renta o el número de miembros de la familia, pero este análisis se ha hecho para una vivienda en la que no puedan aplicarse rebajas de ningún tipo. El caso del Ayuntamiento de La Muela es diferente, ya que para pagar la enorme deuda que dejó la gestión de María Victoria Pinilla –condenada a 17 años de prisión por la Operación Molinos– se ve obligado a acogerse a los planes de financiación estatales "y estos no permiten ni que haya bonificaciones ni que puedan bajarse los impuestos", detalla el alcalde, Adrián Tello.

En cuanto al impuesto sobre vehículos de tracción mecánica que se pagará el próximo año para un monovolumen de 13 caballos fiscales será de 87,99 euros si vive en Fuentes de Ebro, o 92,8 euros si el propietario reside en Cuarte de Huerva, donde están las dos cifras más baratas de las analizadas o de 143,81 euros si el dueño del vehículo vive en Ejea, donde se paga la cantidad más elevada. Es el tributo más fácil de comparar.

Pero, sin duda, lo que determina el orden en este ranquin de tributos por municipios es el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que es la cantidad más elevada y también la que supone el principal ingreso para los ayuntamientos. Cada administración local puede determinar el tipo impositivo que se aplica para calcular lo que antes se llamaba la contribución y este puede fluctuar entre el 0,4% y el 1’10%. Pero hay otras cuestiones, como el valor catastral (del que se obtiene la base liquidable con la que luego se calcula el impuesto), que vienen determinadas por el Ministerio de Hacienda en función del año en el que se hizo la última revisión.

En Fuentes de Ebro, en 2017, se aplicará el tipo impositivo más bajo de todos los municipios analizados. Está fijado en 0,45%, una cifra que el Ayuntamiento ha rebajado en los últimos años y que tienen la intención de llevar hasta el mínimo para compensar con las subidas de valores catastrales marcada por Hacienda –la última revisión era de 1987–. En La Muela, en cambio, tienen el tipo impositivo más alto, fijado en 0,85%. El Consistorio muelano, acogido a los planes de ajuste, tiene la obligación de actualizar los valores catastrales tal y como determinen los Presupuestos Generales del Estado –en 2015 y 2016 hubo que aplicar una subida del 11% y en 2017 esta podría ser de un 8%–.Bases liquidables más bajas

El cálculo se ha hecho para una vivienda con un valor catastral de 100.000 euros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que si, como ocurre en Tarazona o María de Huerva, por poner dos ejemplos, la última actualización es de hace casi 30 años (de 1990), será mucho más difícil encontrar viviendas con este valor catastral, al contrario de lo que ocurrirá con aquellos que los tengan los valores fijados a partir del año 2000. "Y esto hará que, aunque tengan tipos impositivos más altos, los recibos para construcciones similares sean mucho menores porque las bases liquidables también son muy inferiores", concreta la alcaldesa de María, Mar Vaquero.

Muchos ayuntamientos, tras el pinchazo urbanístico, pidieron revisiones a la baja a Hacienda para que los valores catastrales se adaptaran a los del mercado. Y algunos también tendrán que aplicar coeficientes de actualización para el próximo año. Es el caso de Zuera, donde la última regularización catastral se hizo en 2014.