Al campus de San Francisco le esperan varios años bajo la piqueta. El desbloqueo de fondos, por fin, para acometer reformas tendrá su reflejo en primer lugar en el edificio de Interfacultades, donde las obras empezarán la semana que viene. En varias plantas de este bloque se van a invertir más de dos millones de euros (2.135.003,40 con IVA) que se destinarán sobre todo a reparar falsos techos y forjados, y también a solucionar otras afecciones en las instalaciones.

Los estudiantes y 174 trabajadores están fuera de este bloque desde principio de curso. En septiembre, se trasladaron a la antigua facultad de Educación 34 aulas, que se utilizarán, al menos, durante todo este curso. No obstante, quedan trabajadores en dos plantas de Interfacultades, y se va a intentar que noten el impacto de las obras lo mínimo posible, con cortinas para que no les entre tanta tierra y moderando el ruido por la mañana y acometiendo los trabajos más aparatosos por la tarde.

El vicerrector de Infraestructuras, Francisco Serón, explicó ayer a HERALDO que el contrato con la empresa Copcisa S.A., previo concurso público, se firmó el 7 de noviembre. El plan de seguridad está ya listo y el 1 de diciembre se rubricó el acta de comprobación de replanteo, que es la confirmación de que todo sigue adelante. Como esta semana ha tenido muchos días inhábiles, lo previsto es que las obras arranquen la semana que viene.

Que estas se lleven a cabo en tiempo y forma (está previsto que se prolonguen hasta diciembre de 2017) es fundamental para los planes de la Universidad de Zaragoza. "Está todo calculado para que los plazos permitan luego que cuando empiece la reforma de Filosofía y Letras, a mediados del 2018, haya sitio suficiente entre este y otros edificios para absorber la demanda de despachos y aulas dentro del campus de San Francisco", recalcó Serón.

La Universidad y la DGA siguen hablando para intentar que la reforma de Filosofía y Letras dure dos años y medio, en vez de cuatro. Esto no solo supone replantear cómo se hace la financiación sino que supone que el campus de San Francisco tiene que ser capaz de recibir, en sus diferentes edificios, a 3.000 alumnos de Filosofía y Letras y a cientos de profesores. Para ello, se contaría además con aulas y espacios en la antigua facultad de Educación, en la calle San Juan Bosco, y en el edificio Cervantes (Corona de Aragón).

Estas obras se acometen gracias al nuevo acuerdo de financiación de la universidad firmado hace unos meses entre la DGA y el rectorado. Para los próximos cinco años se añaden partidas específicas para infraestructuras de un mínimo de 2,5 millones de euros anuales. También están pendientes trabajos urgentes como los colectores de la Facultad de Veterinaria o en la Facultad de Odontología.