El debate sobre en qué momento llevar a cabo los exámenes de recuperación a aquellos que han suspendido una asignatura, lejos de cerrarse, vuelve a ponerse sobre la mesa. La Comunidad de Madrid quiere cambiar los conocidos directamente como ‘septiembres’ al mes de junio, una medida que ya se tomó hace años –por ejemplo, en Aragón–, aunque posteriormente volvieran a establecerse en su periodo tradicional, días antes de volver a comenzar el curso. Aunque la Consejería madrileña dice que no lo aprobará antes de consultar a su Consejo Escolar, lo cierto es que la posibilidad ha vuelto a abrir las conversaciones entre partidarios y detractores de poner estos controles en septiembre.

El Departamento aragonés de Educación ha anunciado que no existe ningún planteamiento de cambio en este sentido. Eso sí, también adelanta que va a evaluar cómo ha funcionado el último cambio de fecha, y si el paso de las recuperaciones de junio a septiembre ha tenido un impacto positivo en los centros de la Comunidad.

A falta de conocer lo que digan estos datos, y a pesar de este estudio y de que otras autonomías como la madrileña lo estén tratando, de momento la Consejería aragonesa no se plantea volver a pasar estas pruebas a antes del verano, aunque reconoce que en las reuniones que mantiene con distintos miembros de la comunidad escolar se ha puesto sobre la mesa esta posibilidad.

Tampoco desde la Asociación de Directores de Institutos de Aragón tienen consensuada una posición y no se baraja ninguna postura determinada en este sentido. Eso sí, reconocen que hay docentes que opinan que los chicos aprovechan poco, en general, para septiembre y que, sobre todo en la educación secundaria, retrasar el control a después de las vacaciones de verano va en contra de la evaluación continua y el trabajo ordinario que se lleva a cabo en las aulas.

Otras quejas que algunos institutos han expresado acerca de este sistema es que el porcentaje de éxito de los controles de septiembre no suele ser muy significativo o que dificulta la organización en los centros, ya que se reduce el margen entre el cierre del curso anterior y el comienzo del siguiente. Sin embargo, también hay estudios de IES que avisan de que en junio el porcentaje de éxito era aún menor.

Fapar, la federación de asociaciones de padres y madres de alumnos de la escuela pública, ha pedido en varias ocasiones que estos controles de recuperación para aquellos que han suspendido alguna materia se lleven a cabo en julio, y dejar así todo el verano libre a los estudiantes. Sin embargo, los padres de la privada, organizados en Fecaparagón, opinan justo lo contrario, argumentando que el joven que no ha logrado superar una materia a lo largo de todo el curso no va a tener tiempo suficiente para aprobarla solo dos semanas después de terminar las clases.

Un debate cíclico

El asunto vuelve de nuevo a la actualidad cada cierto tiempo, y más después de que, en 2012, se retomaran los exámenes de septiembre para los estudiantes de la Educación Secundaria Obligatoria en la Comunidad, que habían pasado a junio en 2004. El debate no es baladí, ya que afecta a miles de estudiantes. Se calcula que entre el 30 y el 40% suspenden alguna asignatura en junio que tienen que recuperar después.

También se ha estudiado en más de una ocasión para los universitarios. Precisamente, en la Universidad de Zaragoza, se produjo hace solo dos años una consulta, en la que hubo una extraordinaria participación de más del 53% del alumnado. En esta convocatoria, los estudiantes de la universidad pública de Zaragoza al contrario que en otras del país, decidieron mantener las pruebas de recuperación en el mes de septiembre con el 86,21% de los votos emitidos.