Carlos Gracia: "Si las películas de incendios fueran fieles, solo se vería humo en la pantalla"

Enfermero de Bomberos desde 1983, Gracia está al frente del Museo del Fuego, que ayer estrenó una exposición con las orlas de más 40 promociones.

Carlos Gracia, delante de una de las imágenes que se reproducen en la exposición
Carlos Gracia: "Si las películas de incendios fueran fieles, solo se vería humo en la pantalla"
Guillermo Mestre

Se acercan Papá Noel y Reyes. ¿Los pequeños siguen pidiendo como regalo un coche de bomberos o les vale con la ‘Play’?

Los niños aún desean ser policías, bomberos, enfermeros... Muchos cuando acaban la visita del Museo del Fuego buscan un camión de bombero entre el ‘merchandising’ de la tienda.


¿Qué es lo que más llama la atención de los escolares que visitan el Museo?

Vienen niños de infantil a secundaria que, sobre todo, juegan y se divierten. Para los más pequeños tenemos al ‘Bombero Valero’, que es una marioneta que les explica qué es el fuego y les cuenta el oficio con mucha pedagogía.


Hacen unas 7.000 intervenciones anuales... ¿Tantos gatos se quedan atorados en los árboles?

No, no, no bajamos ningún gato como en los dibujos animados, el gato baja cuando él quiere. De nuestras intervenciones el 80% son de salvamento –accidentes de tráfico, rescates en ascensores, infartos, partos fuera del hospital...– y apenas el 20% se relacionan con los incendios.


La actividad de los bomberos de Zaragoza tiene hitos que están en la memoria colectiva.

En el Museo exhibimos tres grandes imágenes que se corresponden a la caída del autobús al pozo de San Lázaro en 1972, el incendio del Corona en 1979 y el atentado de la Casa Cuartel de 1987. Se trata de tres formas distintas de trabajar: rescate acuático, incendio y labor terrestre y de desescombro, como también sucedió en la discoteca Flying en 1990.


Habrá estampas terribles que jamás borrarán de su cabeza...

Durante el trabajo te centras en trabajar y no piensas en otra cosa. Una vez finaliza la intervención, viene el bajón y te das cuenta de las imágenes que has visto. Lo peor es cuando las víctimas son niños, buscas los porqués y eso te marca. Necesitamos hacer un ejercicio de hablar entre todo el grupo para asimilarlo y soltarlo. La mejor medicina es volver a tener otra salida.


En el otro extremo, salvar vidas debe ser lo más gratificante.

Cuando acudimos es porque alguien nos necesita con urgencia y precisa nuestra ayuda. Siempre que lo haces bien te llevas ese agradecimiento, aunque a veces solo pueda expresarse con gestos o miradas.


¿Cuántas veces ha visto ‘Lo que el viento se llevó’?

Siempre que ponen en la tele algo relacionado con el oficio, como la película ‘Llamaradas’ o las series ‘Turno de guardia’ o ‘Emergencias’, te enganchas.


¿Y son estos relatos fieles a la labor que llevan a cabo?

Poco. Si las películas de incendios reflejaran fielmente nuestro trabajo, solo se vería humo en la pantalla.


Pues lo que sí se ve son muchos músculos en los calendarios...

En las asambleas tenemos arduas discusiones acerca de si esos calendarios ofrecen una imagen frívola o si son útiles para apoyar causas benéficas y solidarias.


Mayo es el mes de las flores...

Hay compañeros convertidos en iconos eróticos, pero aquí lo importante no es que sean bomberos de calendario, sino que tienen un calendario de 30 años detrás.


¿Por su bagaje lo dice?

En el museo no tenemos guías propiamente dichos sino que son profesionales que con 55 años han pasado a escala auxiliar. Así, cada cual, además de la historia del edificio –el antiguo convento de la Victoria– tiene una historia personal que contar...


Corín Tellado decía que "donde hubo fuego quedan cenizas".

Exacto. Como en las pasiones, primero queda el rescoldo y, después, las cenizas... Desde 2012 en el Museo llevamos 72.000 visitas y este 2016 acabaremos con cerca de 20.000, una cifra de récord.

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