Una de cada seis estudiantes aragonesas de secundaria se ha sentido alguna vez acosada por las redes sociales o por el teléfono móvil, un porcentaje que se reduce al 11,6% en el caso de los adolescentes. Así lo revela el estudio inédito ‘Violencias de género 2.0’, cuyos datos revelaron ayer los profesores de la Facultad de Educación Santos Orejudo y Carmen Elboj ante la comisión especial de estudio de las Cortes de Aragón sobre el acoso escolar.

Ambos presentaron los datos aragoneses de un análisis de alcance nacional del Grupo Investigación Coaching Emprendimiento para el Desarrollo personal y profesional (GICED) de la Universidad de Zaragoza, que constata que uno de cada cuatro estudiantes aragoneses confiesa que ha hecho alguna vez un comentario cruel a través de internet. Este porcentaje se reduce casi a la mitad entre las chicas.

La muestra se basa en diez centros educativos de Zaragoza, en los que 442 alumnos de 3º y 4º de secundaria respondieron a un cuestionario con el fin de "estudiar la percepción de la violencia basada en el género, recibida y/o ejercida, a través de entornos virtuales".Periodicidad en el acoso

Orejudo expuso los datos agrupados en función de la periodicidad en las conductas de ciberacoso admitidas por los estudiantes, distinguiendo entre sexos y diferenciando entre los que lo han hecho alguna vez y los que lo ejercen con mucha frecuencia o a diario. En este último caso, los porcentajes caen en picado, siendo el mayor (un 4%) el correspondiente a los que amenazan asiduamente por las redes sociales.

Los adolescentes son los más recurrentes en este tipo de conductas, multiplicando al número de chicas. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de la distribución de imágenes crueles u ofensivas por internet: un mayor número de alumnos (12%) que alumnas (7,8%) admite que ha difundido alguna, mientras que solo un 0,5% de ellas reconoce hacerlo asiduamente frente al 1,7% de ellos.

Las diferencias entre sexos se disparan cuando las preguntas se refieren a la amenaza. Los alumnos que han recurrido a amedrentar con hacer daño por internet triplica al de alumnas (un 12,5% frente a un 3,7%), que también se duplica con creces cuando se recurre a los mensajes de móvil (un 13,8% frente a un 5,5%).

El profesor Orejudo sostuvo en su intervención, en la que hizo un somero repaso a los informes sobre acoso existentes en España desde 1989 y más específicamente a los de Aragón desde 2006, a que el "el acoso y la convivencia son las dos caras de una misma moneda". Incidió en que el mayor número de casos de acoso se dan en Secundaria, aunque apuntó que las conductas ya empiezan en Primaria.

El profesor del Área de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Zaragoza también adelantó a los parlamentarios que el estudio de convivencia escolar 2016/2017 que les ha encargado la DGA estará listo antes de finalice este curso. Los diputados le han instado a segregar los datos entre centros urbanos y rurales.La importancia de la prevención

En la comisión especial de las Cortes de Aragón también compareció la catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, Elena Martín, quien dio una serie de pautas para afrontar este problema. Además de mostrarse firme defensora de la política de la prevención y advertir de que centrándose en la elaboración de protocolos solo cabe equivocarse, Martín destacó la necesidad de aumentar los recursos para los departamentos de orientación y la formación del profesorado.

A su juicio, con medidas "sueltas" no se logrará atajar el acoso escolar, por lo que instó a diseñar y desarrollar una actuación multidisciplinar que englobe a toda la comunidad educativa, como se hizo en Finlandia.