"El cáncer es una lucha por la vida"

El I Congreso Aragonés de personas con cáncer y familiares ha dejado en Zaragoza inspiradoras historias de superación y esperanza. Cinco aragoneses explican su caso.

Personas que han dado su testimonio en el I Congreso Aragonés  de personas con cáncer  y familiares en Zaragoza
"El cáncer es una lucha por la vida"
Guillermo Mestre

Historias de perseverancia, optimismo y, sobre todo, de esperanza, recuerdan que "cáncer no significa muerte, sino lucha por la vida". Con el foco puesto en las personas, el I Congreso Aragonés de personas con cáncer y familiares ha reconocido la pelea de los pacientes y el soporte incondicional de sus familias frente a una enfermedad que "cada vez es más curable" y que requiere de la "suma de todos" para superarla.

1. "La prevención lo es todo"


Gonzalo Rubio, bilbilitano, tiene 71 años y hace dos le diagnosticaron cáncer de colon. Cinco años antes, había superado uno de próstata. Acudió a una revisión rutinaria de la Seguridad Social con su mujer. A ella le salió negativo, y a él positivo. "Créeme que lo preferí así", cuenta, todavía con un nudo en la garganta que dice que no sabe si se soltará en algún momento. "Yo me encontraba muy bien y la bofetada que te dan es enorme", reconoce. Desde ese momento, la rueda no paró de girar: solo pasó un mes desde el diagnóstico hasta la operación. Para él, ese fue el peor momento. "Llegas al Clínico y te meten al quirófano. Y tienes mucho miedo", afirma. Pero frente a ese miedo hay algo que le ayudó: "Soy muy inquieto y enseguida me puse a luchar. No hay que resignarse".Ahora ya ha pasado todas las revisiones y le dan cita para dentro de dos años, explica con cierto alivio, aunque reconoce que "el cáncer es un peso que no te quitas nunca" y que "te cambia la vida por completo". Ahora le da "mucho más valor" a sus hijos y a sus amigos. Es "un aprendizaje total", insiste. Con su experiencia, recalca: "La prevención es el todo".

2. "No le guardo rencor al cáncer"


Inmaculada Ramos tuvo cáncer de mama hace 14 años. Ahora tiene 58 y es voluntaria de la AECC en el hospital Miguel Servet. "Fue un mazazo. Al principio te parece que estás en un sueño, que no te pasa a ti", cuenta. "Le pregunté al oncólogo si me iba a morir. Me dijo que no, que me iba a poner un poco malita pero luego estaría bien. Y así fue", dice, sonriente. Lo más duro fue contárselo a sus hijos y verse sin pelo. Pero hoy lo recuerda y le quita importancia: "Es una etapa que me ha tocado vivir y no le tengo rencor, porque he aprendido a valorar las cosas". Y lanza un mensaje: "Hay que luchar y ser fuerte".3. "Como familiar no te puedes hundir"


Hace cinco años que el cáncer de mama llamó a la puerta de la familia de Javier León, profesor de Formación Profesional de 55 años. Su mujer ha superado la enfermedad pero le han quedado secuelas físicas y psíquicas, y no puede trabajar. Para él, el punto "más delicado" fue decírselo a sus hijos "de la manera más natural y sin dramatismo". Porque recuerda, era difícil: "Cáncer te suena casi a muerte. Luego te das cuenta de que no, pero el problema es que todavía mucha gente se queda en el camino". Como pareja de la paciente, dice que lo más importante es "no hundirse". Pero precisamente esto es lo más duro: "Siempre hay que tener una sonrisa en la cara y que no te vea que estás mal. Aunque luego te tengas que dar la vuelta y echarte a llorar". A pesar de las dificultades, recalca que no hay que perder la esperanza, porque "es una enfermedad de la que poco a poco se sale".4. "Después de asimilar que te vas a morir, te tienes que resetear"


En menos de 24 horas, César Pérez, zaragozano de 49 años, visitó al médico de cabecera, al urólogo y de ahí fue al hospital Miguel Servet, donde le ingresaron de urgencia y le operaron esa misma noche para tratar su cáncer de testículos. "El médico me dijo: ‘Póngase usted en paz con la ley de Dios y con la ley de los hombres’, no se me olvidará nunca", recuerda César, 17 años después. En ese momento, asegura, "asimilas que te vas a morir. Y después, te tienes que resetear. Te das cuenta de que la vida no se para aquí, que eres una persona plena que se puede volcar con todo". Y por eso, repite con voz firme: "El cáncer es vida".5. "Hay que confiar en la medicina y llevar una vida saludable"


La historia de María Jesús Oros Felipe tiene un final amargo, pero no por eso deja de estar llena de vida. Desde el 2009 al 2011 su marido luchó contra un tumor cerebral, que al final le ganó la batalla. "Fue muy duro y recordarlo me trae muy malos recuerdos, pero sé que luchamos hasta el final y ahora me siento muy bien ayudando a la gente en el hospital", cuenta esta bilbilitana de 63 años. "Lo más importante es no perder la esperanza, confiar en la medicina y llevar una vida saludable".

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