El abandono escolar temprano cae en el conjunto del país, pero se estanca en Aragón

El abandono escolar prematuro, un indicativo europeo que no tiene que ver con el fracaso escolar sino que se centra en aquellos que no siguen estudiando tras la ESO, continúa bajando en España. La tendencia se ha confirmado en el tercer trimestre de 2016, cuando por primera vez ha caído el porcentaje por debajo del 20%, una cifra que sigue siendo alta, pero muy alejada de los datos por encima del 30% durante toda la década pasada. Pero, aunque el 19,4% registrado en este periodo es la menor cifra de la serie histórica, el país sigue siendo de los que peores datos arrojan de toda Europa en este concepto.Porcentajes estables

Aragón tradicionalmente ha estado mejor situado que la media nacional, pero las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación han dado la voz de alarma: el abandono escolar temprano se ha estancado y se encuentra ya muy cercano al promedio de todo el país. En concreto, en este último trimestre estudiado, la Comunidad arroja un resultado del 19%, cuando en 2013 y 2014 estaba unas décimas por debajo. Por tanto, mientras otras autonomías van reduciendo el número de alumnos que cuelgan los libros antes de los 18, en Aragón se mantiene el dato estable en los últimos años.

Aunque no están claras las causas que motivan que estos estudiantes aprueben como máximo la primera etapa de secundaria y comiencen ya a buscar trabajo, en un mercado laboral que no les ha sido muy propicio desde el año 2008, los profesionales del sector centran sus peticiones en dos aspectos que podrían ayudar a mejorar esta situación: un sistema educativo más adaptado a cada alumno y una mayor presencia de los servicios de orientación en los institutos, de manera que puedan aconsejar a aquellos con dudas acerca de por dónde encaminar su futura formación.

Precisamente, el Pacto por la Educación elaborado en el seno del Consejo Escolar de Aragón, y cuyo documento ya está ultimado a espera de su firma, incide en estas reivindicaciones en algunos de sus puntos. En el primero de sus apartados, que se centra en la calidad del sistema educativo, el texto elaborado por la comunidad escolar, y que tiene que pasar por las Cortes de Aragón para su validación política, pide "asegurar una educación comprensiva de atención personalizada en todos los niveles, que garantice la igualdad de oportunidades, proporcionando recursos suficientes para que todo el alumnado reciba los apoyos necesarios y progrese de acuerdo a su ritmo de maduración y aprendizaje, garantizando su educación integral, común y sin discriminación alguna".Más orientación en los centros

Con respecto a la orientación, el dosier elaborado por docentes, alumnos, padres y sindicatos le concede un apartado especial, que resalta la necesidad de que se garantice a todos los alumnos de todos los niveles y en todos los centros, especialmente en la ESO y el Bachillerato, cuando más se necesita "la toma de decisiones y el diseño de su itinerario académico-profesional". Para ellos, todos los implicados solicitan un nuevo modelo de orientación "que refuerce su dimensión preventiva" y que posibilite "un mayor contacto con la realidad educativa y el alumnado", proponiendo servicios de orientación en el propio centro y solicitando expresamente un mayor número de estos profesionales en secundaria, teniendo en cuenta "las peculiaridades de cada centro y su entorno". El Pacto Educativo también pide expresamente un servicio específico de orientación académico-profesional, que apoye a los departamentos encargados de esta labor en los centros.

Todas estas mejoras podrían contribuir a un descenso del abandono escolar prematuro, que ya se está produciendo en el conjunto del país, aunque aún está lejos de lo que pide Europa. De hecho, en el horizonte de 2020, la Unión Europea fija una tasa de abandono educativo temprano del 15%. Esos datos ya los cumplen muchos países del continente, especialmente, Croacia, Eslovenia, Chipre y Polonia, con porcentajes por debajo del 6%. También Irlanda, Suecia, Dinamarca o Grecia cumplen con creces esa marca que España todavía tiene que reducir bastante.