El Estado deberá invertir 489 millones en Aragón si prorroga los presupuestos a 2017

Son 57 más que en 2016. Yesa, Canfranc y Biscarrués, las principales beneficiadas.

Posada, expresidente del Congreso y el ministro Montoro, en la presentación de las cuentas de 2016.
Posada, expresidente del Congreso y el ministro Montoro, en la presentación de las cuentas de 2016.
G.J. / Efe

El bloqueo en el Gobierno central va a dejar con menos fondos los presupuestos de la DGA, pero a la vez va a permitir que los Ministerios tengan más dinero para invertir en Aragón. En total, la prórroga del Presupuesto del Estado incluye 57 millones más de inversión en Aragón en 2017 que los presupuestos de 2016. La cifra supondrá un gasto total en la Comunidad de 489 millones de euros, frente a la aprobado en 2016 de 432 millones.


El aumento del presupuesto beneficiará sobre todo a tres reivindicaciones de la Comunidad: Yesa contará con 20 millones (frente a los 17 de 2016), el Canfranc con otros 20 millones (frente a los 3 actuales) y Biscarrués tendrá 29 millones (frente a los 18 del presupuesto de este año).


La prórroga –que se activa de forma autonómica el 1 de enero si el Congreso de los Diputados no tiene aprobado un nuevo presupuesto– garantiza que las obras aragonesas vayan a tener asignados esos 57 millones extra el próximo ejercicio. Otra cuestión es que el Gobierno central opte por no utilizar esas partidas de forma completa o –lo que es más previsible– que quien finalmente acceda a la Presidencia del Gobierno acabe haciendo un nuevo presupuesto para 2017. Si esto sucede, obligaría a los partidos aragoneses a volver a pelear en el Congreso por aumentar la inversión estatal.


Aragón es de las pocas Comunidades en las que tenían prevista más inversión estatal en 2017 que en 2016. Hay dos motivos. El primero es técnico y afecta principalmente a las obras hidráulicas como Yesa. Como son obras en ejecución, los presupuestos del Estado de 2016 garantizaban también fondos relevantes en 2017, dentro de las llamadas partidas plurianuales.


Hay además un motivo político, que es el que beneficia al Canfranc. El Ministerio de Fomento asumió ante el Gobierno de Aragón el compromiso de que la reapertura del Canfranc pudiese ser una realidad en 2020. Aunque es previsible que esa fecha sea sometida a revisión, cuando el Gobierno elaboró los presupuestos de 2016 todavía no se cuestionaba. De esta manera, junto a los 3 millones de euros que aprobó para el Canfranc en 2016, incluyó otros 20 millones de euros para cada uno de los tres siguientes ejercicios.


En resumen, las cuentas de 2016 garantizaban una inversión estatal para reabrir la línea internacional del Canfranc de 63 millones entre 2016 y 2019 y mientras el Congreso de los Diputados no apruebe otro presupuesto (lo que no puede suceder mientras el Gobierno central esté en funciones), ese compromiso de inversión estatal está en vigor y con cobertura de las cuentas.


Estos compromisos de inversión son el lado positivo de la prórroga presupuestaria, pero la cruz sigue siendo la merma de fondos por parte del Gobierno de Aragón. El consejero de Hacienda de la DGA, Fernando Gimeno, ha cuantificado esa pérdida en 400 millones de euros entre 2016 y 2017. En ese caso, la pérdida afecta a dinero que debía inyectarse en las arcas autonómicas y a partidas de actuaciones sociales que promueve la DGA pero que financia el Estado a través de convenios bilaterales.

El problema del FITE

En este último apartado de convenios está precisamente el Fondo de Inversiones de Teruel, que cuenta anualmente con 30 millones de aportación estatal. A diferencia de lo que sucede con Yesa, Canfranc y Biscarrués, la prórroga presupuestaria deja fuera la renovación de este convenio. De esta manera, Teruel no tendrá fondos para el FITE de 2017 hasta que haya un gobierno central.

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