Los bienes que retiene Lérida a la espera de la decisión de la juez

El Museo Diocesano no duda en exponer y mantener en sus almacenes 44 obras que la Generalitat debería haber devuelto al monasterio hace más de un mes.

Un visitante contempla las tres cajas sepulcrales de Sijena expuestas en Lérida.
Un visitante contempla las tres cajas sepulcrales de Sijena expuestas en Lérida.
Guillermo Mestre

El Museo Diocesano de Lérida no se da por aludido. Mantiene en su exposición permanente siete valiosas piezas del monasterio de Sijena que desde hace más de un mes deberían estar de nuevo en Aragón, en cumplimiento de la orden judicial que obligaba a la Generalitat a entregarlos el 25 de julio. Pese a ello, siguen en su ubicación habitual como si nada, al igual que las otras 37 que también compró en su día el Gobierno catalán y que retienen en las salas de reserva del centro expositivo. Pero esta situación podría tener los días contados.


La juez de Huesca que declaró ilegales las ventas de un total de 97 piezas y decretó su retorno retomará esta semana su actividad tras las vacaciones. Y se espera que, constatado el incumplimiento, adopte medidas para poner fin a la desobediencia catalana. Entre ellas, no se descarta que la Policía acuda al Diocesano de Lérida para incautarse de los bienes y devolverlos al cenobio monegrino.


De hecho, tanto el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena han solicitado repetidamente a la juez que recurra la fuerza pública, a la vista de la nula voluntad de la Generalitat de entregarlas. La magistrada, Carmen Aznar, ya advirtió el 29 de julio de que su rebeldía acarrearía "consecuencias legales", pero no fue más allá. Ahora, se espera que concrete las medidas para materializar la restitución.


La Generalitat, propietaria de las 44 obras depositadas en Lérida, esgrime que su salida conculcaría las leyes catalanas, además de insistir en que la sentencia no es firme –está recurrida–. El hecho de que sea una ejecución provisional, instada por Aragón, no impidió que el Ejecutivo catalán devolviera el 26 de julio, a regañadientes y por la puerta de atrás, los otros 53 bienes objeto del fallo, que permanecían secuestradas en el almacén del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), de donde nunca salieron. La DGA, cuyos técnicos están examinando el estado de las piezas retornadas, confía en poder exhibirlas a mediados de septiembre en la sala habilitada para ello en el monasterio.


Mientras, en el Museo de Lérida, nada se mueve pese a la amenaza de salida forzosa de las obras rumbo a Sijena. Dicen que ni siquiera han previsto un protocolo de actuación en caso de que la Policía se presente, pese a que son conscientes de que el desenlace es inminente. "Estamos esperando instrucciones, el consejero (Santi Vila) es quien debe decir qué se hace porque la propiedad es de la Generalitat", explican. El Gobierno de Puigdemont no quiere adelantar acontecimientos, a la espera de que se retome la actividad política y judicial.


Tampoco se han planteado todavía, afirman, los cambios necesarios en la exposición permanente si se quedan sin las tres espléndidas cajas sepulcrales y los cuatro fragmentos del retablo de Santa Ana que los visitantes pueden seguir contemplando –aunque un miércoles de agosto apenas entran media docena en toda la mañana–. "Es el discurso museográfico del territorio que ocupaba el obispado de Lérida y lo desmonta un poco", admiten en el Museo, y recuerdan que, además de las piezas en litigio, se exponen otras de Sijena sin reclamar, como la silla prioral de doña Blanca de Aragón.


No obstante, el mayor temor es que esta sentencia siente precedente y las reclamaciones de obras de arte se multipliquen en este centro que también retiene los 112 bienes de las parroquias de Barbastro-Monzón y Huesca.


El grueso de las piezas del tesoro sijenense que se guardan en Lérida está oculto en sus salas de reserva. Tampoco allí ha habido movimientos. Hay una decena de figuras de alabastro de Gabriel Joly, la coronación y la predela del retablo de la Piedad y pinturas como las de la princesa Dulce de Sijena, Santa Ubaldesca o Santa Gertrudis, Santa Teresa de Jesús, San Mamés... Únicamente "alguna" se ha restaurado para ser mostrada en exposiciones temporales en el palacio episcopal, antes de que en 2007 se inaugurara el Museo. Solo una orden judicial parece capaz de sacarlas a la luz para que todas puedan exhibirse en Sijena con las 53 que ya han vuelto a casa.

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