Este año le toca pagar a Hacienda. Las cuentas de la liquidación definitiva de la recaudación tributaria correspondiente al año 2014, hecha pública recientemente por el Ministerio, cuadran este año 'a favor' de los tres grandes ayuntamientos aragoneses. El Estado tendrá que transferir a Zaragoza, Huesca y Teruel algo más de 15,2 millones de euros por la participación de estos municipios en los tributos de recaudación estatal.

El grueso de esta cantidad, concretamente algo más de 14,1 millones, le corresponde a la capital aragonesa. Huesca recibirá poco más de 665.000 euros y Teruel en torno a 416.500. 

El año pasado, tras esta liquidación, la situación con la que se encontraron los responsables de estos consistorios era diametralmente opuesta. En aquella ocasión la balanza se decantó por la hacienda central y las tres capitales de provincia tuvieron que devolver 13 millones de euros. Como ahora que la mayoría del dinero se quedará en Zaragoza, el pasado ejercicio sucedió lo mismo a la hora de pagar: de esos 13 millones, 12,2 salieron de la capital aragonesa. 

Más recaudación

El ejercicio 2014 representó un punto de inflexión en lo que a recaudación se refiere, una circunstancia que ha podido influir de forma determinante en el caudal positivo. Después de atravesar unos años duros por la crisis económica, 2014 supuso el año de la consolidación tributaria con un aumento de los ingresos superior a los 6.100 millones de euros a nivel estatal y de cerca de 328 millones en Aragón.  

El caso de la capital aragonesa es el más llamativo. Por supuesto, Zaragoza es la que más dinero recibe porque es la ciudad aragonesa que más recauda debido a su población. En concreto, en 2014 se recaudaron 261,7 millones de euros, una cantidad que suponía un aumento de más de 17,1 millones. Esto se traduce en que se recaudaron unos 46.880 euros más al día.

Una transferencia esencial

La participación en los tributos del Estado representa uno de los capítulos de ingresos más importantes de las entidades locales. El Gobierno central transfiere a los ayuntamientos parte de lo que recauda en IRPF, IVA, alcohol y bebidas derivadas, cerveza, hidrocarburos, productos intermedios y labores del tabaco.