Menaje 'de campin' para los menús del Royo Villanova

Una reforma en la cocina es la causa del cambio de vajilla y del estupor entre los ingresados. Para garantizar la higiene, comen con envases y cubiertos desechables.

Detalle de uno de los menús de mediodía servidos estos días en el hospital.
Detalle de uno de los menús de mediodía servidos estos días en el hospital.
Heraldo

Los pacientes ingresados estos días en el hospital Royo Villanova, en Zaragoza, reciben con estupor sus menús y meriendas. La comida llega respetando los requisitos de cada enfermo, pero en fiambreras desechables. Los cubiertos son de plástico y lo mismo ocurre con los vasos. "No entendemos qué ocurre –denunciaban ayer por la mañana los familiares de una de las personas ingresadas–. Hemos preguntado al personal, pero solo nos dicen que no hay cocina".


El Departamento de Sanidad de la DGA resolvió ayer el misterio: parte de la cocina de este hospital se está reformando. En concreto, se está cambiando el túnel de lavado, lo que impide lavar cualquier tipo de menaje, como platos y cubiertos, durante lo que queda de este mes (el antiguo se retiró el lunes y el nuevo se instalará el 29 de agosto). Según la DGA, la medida más sanitaria, y máxime en un centro, es utilizar envases desechables.


Esto también afecta, como es lógico, a las meriendas: a los pacientes se les da una bolsa en la que puede haber fruta y, por ejemplo, algo de bollería. Este hospital tiene 236 camas, pero en estas fechas está por debajo de su capacidad.


Sanidad explica que ahora se está acondicionando el suelo donde se colocará el nuevo túnel (ha costado 70.665€ y sustituye a otro ya obsoleto), pero mientras tanto deben servirse las comidas de los pacientes y del personal de guardia con la máxima seguridad. "Hasta que terminen los trabajos, todo se sirve en envases desechables, cumpliendo las medidas higiénicas que indica Medicina Preventiva", detallan. "Existe un decreto que obliga a que los lavados en los hospitales estén mecanizados, debido a las altas temperaturas que tiene que alcanzar el agua. Por eso, ante la falta de tren, se ha optado por estos recipientes", añaden.


Mientras, la parte de la cocina donde se lava está clausurada; pero la parte donde se cocina sigue operativa. El servicio de Medicina Preventiva y la Inspección de Sanidad han supervisado la reforma. También se ha hecho un cuarto frío, por seguridad alimentaria, para cortar productos frescos.

Quejas asistenciales

Otros familiares de personas ingresadas en el hospital en estas fechas se quejaron ayer también de la atención sanitaria. "Apenas pasan médicos por las habitaciones, falta mucho personal, y hemos sufrido fallos como confusiones con la medicación", detallaron, aunque prefirieron no identificarse.


En agosto, la plantilla se reduce en todos los centros sanitarios por las vacaciones, pero Sanidad dice que no ha advertido ninguna situación anómala o falta de personal necesario en el Royo.

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