Más de 7.100 aragoneses han registrado su testamento vital

Más de 7.100 aragoneses han registrado sus voluntades anticipadas desde que la iniciativa se pusiera en marcha en el año 2003. Son los datos que recoge la Dirección General de Calidad del Departamento de Sanidad, que indica que del total de personas que han formalizado el trámite, el 62’9% son mujeres.

El testamento vital, o documento de voluntades anticipadas, es un manifiesto que recoge los deseos e instrucciones a seguir en la asistencia sanitaria en el caso de que la persona este imposibilitada para expresar su propia voluntad. Uno de los problemas acerca de este documento es el desconocimiento que se tiene de él. La directora general de derechos y garantías, Ros Cihuelo, confesó que "muy poca gente conoce este documento, incluso entre los profesionales". La directora apuntó que la gente que sabe de la existencia de este formulario se sitúa entre el 10 y el 15% y señaló que es responsabilidad de la Dirección General de Calidad "hacer que se conozca este derecho".

Carlos Carreter, asesor técnico de bioética en Aragón, defendió que "la mayor parte de la gente no piensa en cuándo va a morir" y que las personas que realizan este documento tienen "entre 45 y 65 años". Los datos del Departamento de Sanidad recogen que la edad media de personas que han registrado sus voluntades es de 63’6 años, una cifra "muy elevada" según Cihuelo, quien reveló que "todavía falta un poco de concienciación, sobre todo en los jóvenes".

Ambos profesionales señalaron que se ha incrementado el número de gente que ha decidido manifestar sus voluntades en los últimos años, aunque Carreter apuntó que se trata de un crecimiento "en forma de sierra". "Cuando hacemos actividades que difunden este tema, una oleada de personas vienen, hasta que se olvida el tema y tenemos que dar otro empujón", afirma el asesor técnico.

El documento puede formalizarse de dos maneras. La primera, menos popular, ante notario (solo un 18’7% de las personas optaron por esta opción). La segunda, con la presencia de dos testigos, que deben ser mayores de edad y con plena capacidad de obrar. Además, uno de los testigos no debe ser familiar ni tener vinculación patrimonial. Carreter relató que hay ocasiones en las que la persona "no encuentra a alguien" y que muchas veces son "los propios funcionarios los que se ofrecen como testigos".

Consejos y discrepancias

Registrar las voluntades garantiza que el formulario sea accesible para el equipo sanitario en el caso de ser necesario. Todos los deseos expuestos deberán ser llevados a cabo. Por ello, los profesionales advierten de la importancia del documento. Ros Cihuelo recomendó seguir una serie de consejos, como "tomar un periodo de reflexión" a la hora de realizar el documento y "hablar con familiares o amigos cercanos". También destacó la importancia de nombrar a un buen representante, que será el encargado de comunicar los deseos de la persona a los equipos sanitarios.

Carlos Carreter indicó que existen casos en los que se crean discrepancias entre los familiares debido a la inexistencia de un documento que indique las voluntades. Uno de los ejemplos que expuso el asesor técnico fue cuando "los padres se aferran a la vida de sus hijos a costa de su sufrimiento". Por lo que anima a "hablar sobre estos temas" e inscribir sus voluntades.