Los presupuestos para las fiestas se congelan por tercer año consecutivo tras los recortes sufridos desde 2006

Los ayuntamientos han reducido el número de días de celebración, eliminado horas de vaquillas o contratado orquestas de menor caché para ahorrar costes. Hay partidas de gastos que se han reducido a la mitad en la última década.

Los cabezudos, un imprescindible.
Los cabezudos, un imprescindible.
Heraldo.

Los presupuestos para las fiestas de los pueblos se han congelado por tercer año consecutivo. Aunque hay excepciones, la mayoría de los municipios aragoneses han mantenido los recortes que aplicaron cuando comenzó la crisis y que llegaron a dejar las partidas para los festejos mayores reducidas incluso a la mitad. En los programas hay ahora más discomóviles y menos orquestas (que también tienen menos caché), se eliminaron festejos taurinos y hasta se quitaron días de celebración. Pero donde no ha llegado el presupuesto, las dosis de ingenio y colaboración –de vecinos, peñistas, trabajadores municipales o miembros de la corporación– han hecho que puedan mantenerse las fiestas patronales, esas que cada verano llenan pueblos vacíos en invierno, atraen turistas y dinamizan los comercios y establecimientos hosteleros del medio rural.


El presupuesto para las fiestas de este año en Tarazona está en torno a 185.000 euros, una cifra similar a la de los dos últimos años y que contrasta con los 200.000 euros de 2006. Los días de fiesta son siempre los mismos, del 27 de agosto al 1 de septiembre, y pese a los recortes (en torno a un 8% si se echa la vista diez años atrás), las actividades musicales se han ampliado. Desde el Ayuntamiento destacan el tirón del Cipotegato como "motor económico y de generación de riqueza". "Nuestras fiestas atraen a mucha gente de fuera y dinamizan el sector servicios, sobre todo, la hostelería", añaden fuentes municipales.


Utebo arrancó sus celebraciones en honor de Santa Ana. La localidad tiene este año un presupuesto para festejos de 256.000 euros, una cifra que se ha mantenido fija en los últimos años. En tiempos trajeron a cantantes como Melendi, pero el ajuste en los gastos les ha hecho traer en esta ocasión actuaciones más baratas, como la de King África prevista para esta madrugada.


"El presupuesto a lo largo de estos diez años, sin duda, ha descendido notablemente, pero aun así hemos querido hacer unas fiestas populares gratuitas", explicó la concejala de Fiestas de Caspe, Carmen Barato. El Ayuntamiento prevé este año 100.000 euros para financiar las fiestas en honor de San Roque. La cifra es ligeramente superior a la del año pasado y el 2014, cuando se situó en los 95.000 euros.


La partida para fiestas que destinan ayuntamientos como el de La Almunia no ha variado en los últimos tres años y se sitúa en 250.000 euros (con los que se financian los festejos mayores, menores, Nochevieja, Carnaval o la cabalgata de Reyes).


Las fiestas de agosto de María de Huerva tienen el mismo presupuesto que el de 2015 (unos 106.000 euros). A partir de 2008 se introdujeron cambios en las celebraciones: se redujo un día (pasando de seis a cinco), aunque a cambio se reforzó el fin de semana de presentación, para lo que se recuperaron las reinas de las fiestas. "Hemos conseguido contratar en mejores condiciones al llevar a cabo procesos de licitación, lo que implica un mayor esfuerzo de los representantes para ser más competitivos", explica la alcaldesa de María, Mar Vaquero.


En Barbastro, el presupuesto de fiestas para este año es de 225.000 euros, la misma cifra que en 2015 y apenas un poco más elevada que en 2014 (215.000 euros). Si se echa la vista atrás, en 2005, la cifra llegó a superar los 365.000 euros. Casi todo va destinado a los festejos mayores, menos una pequeña partida para las fiestas de San Ramón, las menores. El número de días de celebración se ha mantenido fijo y apenas ha habido cambios sustanciales en la programación, salvo la supresión de conciertos con cachés altos y poco éxito de público que se han sustituido por actuaciones en espacios públicos e Interpeñas.


El presupuesto de este año en Monzón es de 165.000 euros, pero aún no está cerrado. En 2015 fue de 175.000 euros. El caso de Binéfar sorprende porque el Ayuntamiento tiene previsto gastar en las fiestas patronales de este año unos 130.000 euros, en torno a un 10% más que en 2015. Es así porque hay un día más de celebraciones.


"El Ayuntamiento de Teruel ha suplido con ingenio y recurriendo en mayor medida a los grupos de música o infantiles de Teruel, el recorte del presupuesto festivo motivado por la crisis", explica el técnico de fiestas, Miguel López. El número de conciertos ha pasado de cuatro en 2006 a solo uno en 2016. Las corridas de toros también se han reducido a la mitad (de cuatro a dos). En 2006 se destinaban 359.000 euros a fiestas frente a los 234.000 euros de 2016. En Andorra el recorte también ha sido considerable, pasando de los 243.764,02 euros de las fiestas de San Macario de 2006 a los 156.788 de 2015. En Alcañiz, ahora, se invierte en fiestas en torno a 120.000 euros, solo un tercio de lo que se destinaba hace una década (en 2006, 350.000 euros).


(Con información de Concha Silván, José Luis Pano, María José Villanueva, María Quilez, Laura Castel y María Ángeles Moreno)

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