El coste de los imprescindibles en todo festejo

Orquestas, discomóviles, hinchables, vaquillas, charangas, jotas... Los ayuntamientos se han apretado el cinturón, pero hay clásicos que no se caen de los programas.

Chupinazo en Utebo.
Chupinazo en Utebo.
Aránzazu Navarro

Como decía el filósofo griego Demócrito ‘Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas’. Y estas son más necesarias que nunca cuando se quiere desconectar de la rutina, hacer nuevas amistades o dinamizar la vida y la economía de los pueblos. Para unos no hay fiestas si no hay vaquillas, para otros son obligatorias las jotas para una buena celebración, lo mismo ocurre con las charangas, los hinchables o las verbenas. Cada pueblo tiene su programación, aunque hay imprescindibles que no pueden faltar, pero ¿cuánto cuestan estos?


Una sesión de vaquillas puede superar los 2.000 euros. Además de la ganadería (que supone la mitad del coste total), para poder celebrar un festejo taurino hay que contratar un médico, un enfermero, una ambulancia y seguros de responsabilidad civil. Una nueva orden del Gobierno de Aragón regula el pago al director de lidia: los 350 euros más 150 de cotización a la Seguridad Social que se les abona sirven para 12 horas de festejos taurinos consecutivas –siempre que la suma de sesiones no supere las siete horas y que entre uno y otro haya un descanso de al menos tres horas–. Además, previamente, antes de un encierro, por ejemplo, es necesario obtener el certificado del arquitecto de que el vallado del recorrido está en condiciones y cumple las medidas de seguridad necesarias.


Las vaquillas y las orquestas encabezan el ranquin de la programación más cara de las fiestas. Quizás, por eso, en muchos pueblos han sustituido las verbenas por discomóviles. "El caché de las orquesta ha bajado entre un 30% y un 50% desde que empezó la crisis", explica Enrique Lázaro, gerente de Espectáculos Anha, empresa organizadora de festejos. El precio de las orquestas depende, sobre todo, de cuánta gente suba al escenario: "Desde un trío hasta 14 personas y los precios pueden ir hasta los 12.000 euros en días punteros", añade Lázaro. El coste de una discomóvil, en cambio, empieza a partir de 500 euros y va ascendiendo cuando aumenta la potencia de sonido, las pantallas, los gogós o las fiestas que acompañan a la música.


Cuatro hinchables durante otras tantas horas pueden costar entre 700 y 1.000 euros y dependen del número de colchonetas, tiempo y novedades que incorporen. Los más pequeños son importantes en las fiestas de todos los pueblos, por eso, las programaciones suelen contar con espectáculos para niños, cabezudos o juegos tradicionales –aunque en muchos casos, estos últimos se hacen gracias a voluntarios del propio pueblo o de las comisiones de fiestas–.


Las jotas son muchas veces el colofón de las fiestas. El precio de estas también depende del número de bailadores, cantadores y miembros de la rondalla. El mínimo son dos parejas de baile, que podrían costar unos 1.500 euros más IVA, pero si se busca un espectáculo de folclore aragonés el precio puede llegar a superar los 4.000€.

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