¿Cuánto ahorraría en gas y luz si cambiara sus hábitos?

La eficiencia energética de los hogares aragoneses ha descendido en el último año.

Una factura de la luz.
Una factura de la luz.
EUROPA PRESS

Controlar el uso de los electrodomésticos, la electricidad y la calefacción puede tener importantes consecuencias en la factura que se recibe a final de mes. Según el estudio realizado por la Fundación Gas Natural Fenosa, los hogares aragoneses son menos eficientes en cuanto al uso de la energía que hace tres años, provocando que el margen de ahorro pudiera ser todavía mayor. En concreto, lo cuantifica en un 30% del importe de la factura, lo que supondría de media unos 287 euros anuales.


Según especifica este estudio, el mayor potencial de ahorro energético del hogar está en los electrodomésticos (45,2%), la iluminación (33,3%) y la calefacción (24,8%). Aunque los porcentajes en otros ámbitos son inferiores, también se podría ahorrar con el uso del aire acondicionado (16,2%) y el agua caliente sanitaria (12,1%). Una opinión que comparten desde el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos de la Universidad de Zaragoza (CIRCE). Según detalla Francisco Barrio, director del área de Eficiencia Energética de esta fundación, en Aragón, debido al clima, los consumos anuales más importantes tienen origen en los usos térmicos, principalmente la calefacción y el agua caliente.





“Para ahorrar en los usos térmicos, además de que los equipos tengan una alta calificación energética cuando son nuevos, es necesario tenerlos con el mantenimiento adecuado y con las temperaturas correctas (21ºC en invierno para la calefacción). Asimismo, es importante 'jugar' con la ventilación natural nocturna en verano o no ventilar demasiado las viviendas en invierno”, especifica Barrio. También destaca la importancia de la iluminación y la nevera, “ya que es el electrodoméstico que más energía consume de nuestra vivienda en términos generales”.


Estas son algunas de las propuestas que forman parte del proyecto europeo Fiesta, en el que participa este centro. Allí se explican medidas para ahorrar en aspectos como la iluminación, el agua caliente, la calefacción y el aire acondicionado a través de curiosos y rápidos vídeos. Además, durante el curso académico, visitan diferentes centros de la comunidad y también realizan cursos formativos.


Y es que todo este ahorro es muy importante, tanto para el bolsillo de cada uno como para la contaminación. Según el estudio señalado, con lo que se ahorrarían los hogares aragoneses se podría pagar el alumbrado público de la ciudad de Zaragoza durante 28 años. Además se evitaría la emisión a la atmósfera de más de 368.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2).

¿Por qué desciende la eficiencia energética de los hogares?

Según el informe, este 2016 se ha reducido la eficiencia energética de los hogares aragoneses, empeorando la posición de Aragón respecto al índice nacional. A pesar del descenso general, la proporción de hogares en los que el ahorro de energía es igual de importante a cómo lo era antes de la crisis se ha incrementado desde 2013, pasando de representar un 36% a un 51,8%. También ha aumentado el porcentaje de quienes muestran su preocupación por el medio ambiente, del 79% al 83%. Por lo tanto, el descenso del índice está directamente relacionado con el mantenimiento (-3,34% respecto a 2013) y el de equipamiento (-1,86%).


Algunos de los hábitos de eficiencia más extendidos son la utilización de termostatos para regular la temperatura o el uso eficiente de la lavadora y el lavavajillas (esperar siempre a llenar la lavadora para ponerla, lavar en frío y esperar siempre a llenar el lavavajillas para ponerlo). En cambio, permanecen como asignaturas pendientes la adopción de sistemas de gestión energética o domótica y un mejor mantenimiento de frigoríficos y congeladores.

El 80% de los edificios suspenden en eficiencia energética

Otro de los problemas para ahorrar energía en Aragón es el aislamiento de los inmuebles. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Industria (a fecha 1 de julio de 2015), el 82% de los más de 18.500 edificios analizados suspenden en eficiencia energética. “El mayor problema es la elevada antigüedad de las viviendas y el hecho de que cuando se edificaron, la normativa respectiva al ahorro de energía no era excesivamente restrictiva”, recuerda Barrio. Sin embargo, lamenta, que en este punto es difícil actuar, ya que las inversiones son importantes.


En este campo han intentado trabajar los ayuntamientos y el Gobierno de Aragón. Uno de los últimos ejemplos es la creación este año de la mesa por la Rehabilitación de la Edificación y Regeneración Urbana en Aragón. “Hay iniciativas muy interesantes y algunas subvenciones con el objetivo de dinamizar este tipo de inversiones”, puntualiza Barrio.


Al mismo tiempo, especifica que lo más inmediato es la sustitución y rehabilitación de sistemas (calderas, aires acondicionados, etc.), la instalación de elementos de sombreado como toldos o el cambio de ventanas. “También ayuda la contabilización individual de los consumos para sistemas centrales, ya que en los sistemas centralizados antiguos no se discriminaba por vecino y eso invita al derroche”, especifica.

¿Qué efectos tiene en los ciudadanos?

El hecho de que los electrodomésticos no sean del todo eficientes, que los edificios en los que se vive no estén debidamente aislados y que no hagamos un uso adecuado de los electrodomésticos tiene importantes efectos en la ciudadanía. “Por un lado van a tener unos costes más elevados (se habla de hipoteca energética de la vivienda) y, por otro lado, un confort muy bajo. Además en algunas ocasiones se vincula esta situación con problemas de riesgo de pobreza energética”, sostiene Barrio. De hecho, según los datos de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), alrededor del 4% de los hogares aragoneses sufren pobreza energética.

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