El Ayuntamiento de Zaragoza ha comenzado este martes a señalizar con carteles el nivel de eficiencia energética de todos los edificios municipales. Con una valoración de la A (los más eficientes en consumo y ahorro de energía) a la G (los menos eficaces), los técnicos del Consistorio colgarán en lugares visibles de las instalaciones los resultados obtenidos en el proceso de evaluación al que se han sometido cerca de 700 equipamientos.

Esta medida, con la que se pretende concienciar a trabajadores y usuarios así como impulsar una mejora de la eficiencia energética, es parte del Programa de Ahorro Energético 2015-2020, que trata de optimizar el consumo eléctrico, de gasóleo y de gas natural en las infraestructuras municipales.

La concejal de Medio Ambiente, Teresa Artigas, ha destacado durante la presentación de los primeros resultados del plan el “compromiso” del Consistorio con este “reto colectivo” que es la lucha contra el cambio climático. La edil ha desvelado que dentro de este programa, el año pasado se consiguió un ahorro de casi 1,5 millones de euros para las arcas municipales gracias a, por un lado, la regulación de la potencia contratada de suministro de electricidad en aquellos equipamientos que la tenían sobre dimensionada, y por otro a la reducción del consumo. Artigas se ha comprometido a reinvertir este dinero en mejoras de la eficiencia energética de los edificios. Además, con esta actuación se evitó la emisión de 1.313 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Esta iniciativa se enmarca dentro del marco de actuación más amplio que supone el Plan Global de Ahorro Energético y Reducción de Emisiones, mediante el cual se pretende reducir en un 20% las emisiones de CO2 de los edificios municipales para el 2020, un objetivo que el edil de Urbanismo, Pablo Muñoz, ha calificado como “prioritario”.

Por su parte, Artigas ha detallado algunas de las intervenciones que se están llevando a cabo dentro de dicho plan, como la sustitución de las luminarias del alumbrado público por tecnologías Led, la negociación del contrato de suministro eléctrico para que en parte provenga de fuentes renovables o la inclusión en los contratos de mantenimiento de los edificios municipales de claúsulas por las que las empresas adjudicatarias se comprometan a aplicar mejoras energéticas en las infraestructuras.