Aunque el Gobierno de Aragón anunció convenios con el Ayuntamiento de Zaragoza y con el de Huesca para gestionar las becas de comedor en el periodo estival, el acuerdo no se ha concretado en el primer caso. Y no solo eso, sino que los reproches entre instituciones han puesto de manifiesto un desacuerdo que impedirá una gestión conjunta de estas ayudas, que se prestan a los más necesitados.

La ruptura de conversaciones la escenificó en la mañana de ayer la consejera de Educación, Mayte Pérez, quien acusó al Consistorio zaragozano de "incoherente con su discurso" y de "falta de sensibilidad". "Lamento que no vayamos a colaborar, como así parecía, y que el Ayuntamiento de Zaragoza dé la espalda a resolver un problema de emergencia de los ciudadanos, de la gente, como ellos dicen", manifestó.

Pérez quiso tranquilizar a aquellos que reciben la subvención durante el año a través de su Departamento, unos 8.500 escolares, que seguirán manteniéndola, bien acudiendo a los centros abiertos por vacaciones o con un cheque de 180 euros para julio y agosto. Según explicaron ayer, la Consejería pretendía un pacto con el Consistorio para mejorar el servicio y que los becados por ambas instituciones pudieran utilizar los servicios autonómicos y municipales, de manera que dispusieran de más recursos.

Sin embargo, la consejera municipal de Derechos Sociales, Luisa Broto, se mostró sorprendida ayer por estos planes de la DGA, y aunque reconoció reuniones entre ambas administraciones, recalcó que desconocía que se fuera a firmar convenio alguno. De hecho, destacó que supo de la intención de Educación por los medios. "No hay nada firmado porque no ha habido nunca ningún plan encima de la mesa", defendieron ayer desde el Consistorio.

En cualquier caso, y al igual que Pérez, Broto también destacó que aquellos que no tengan aseguradas sus necesidades básicas de alimentación contarán con las partidas de ayudas de urgencia municipales o con el programa Zaragalla, que se ha ampliado este año. Esta iniciativa tiene una gran demanda, pero el Ayuntamiento anunció ayer que podrá cubrir a todos sus solicitantes, ya que ha habido quien ha renunciado tras la inscripción inicial y debido a que la gente se matrícula por semanas, lo que hace que se puedan atender a todos los interesados.

Dos tipos de subvención

Los problemas de diálogo darán al traste con una gestión conjunta, aunque en la práctica todos los becados continuarán percibiendo los subsidios. Entonces, ¿por qué existen distintas subvenciones? Esta situación se debe a que los criterios para acceder a una beca de comedor han sido muy rígidos. Aunque Educación ha bajado el precio del menú escolar este año, y ha aumentado al 100% las ayudas a los que los necesitaban, tan solo tenían derecho a ellas las familias que cobran el Iprem, un indicador para la concesión de subvenciones establecido en 533 euros al mes. Con este método, que se relajará el año permitiendo muchos más beneficiarios, se han atendido este curso a un total de 8.544 niños, pero algunas familias con necesidades se veían fuera de la convocatoria.

A pesar de que la competencia es de las autonomías, existen ayuntamientos que, como el de Zaragoza, ofrecen subsidios para familias con necesidades, pero que no cumplen los requisitos establecidos. El Consistorio de la capital aragonesa ha destinado este año a este fin más de 1.300.000 euros, llegando a 1.434 alumnos de 123 colegios durante el curso. También tienen sus propios proyectos para el periodo estival.

Y ¿qué supone entonces esta divergencia entre instituciones? En Huesca, donde sí ha habido acuerdo, Educación organiza campamentos urbanos en cuatro centros y su Consistorio, en uno. Pero los becados por una u otra institución pueden decidir a  cuál acudir. En Teruel no hubo alianza alguna, pero en Zaragoza se anunció que sí existía un convenio que no ha terminado de concretarse.

Más becas desde septiembre

Por tanto, no habrá gestión conjunta, pero, por contra, el próximo año será el último en el que se pueda producir este problema, ya que Educación ha anunciado que los criterios para acceder a una beca de comedor cambian, y serán del doble del Iprem. De esta manera, habrá muchos más beneficiados, que la DGA calcula que serán unos 15.000.

De esta forma, el Ayuntamiento podrá dejar de aportar partidas para estas emergencias sociales. Por este motivo, el Departamento liderado por Mayte Pérez estaba convencido de que el Consistorio zaragozano iba a colaborar en una mejor gestión de las ayudas en verano, mientras ZEC recalca que ha concretado acuerdos con la DGA, como uno reciente con el IASS sobre teleasistencia, pero que en este caso no se ha producido porque Educación no se lo ha pedido.

Este desencuentro ha tenido también sus afecciones en los propios centros, porque en los últimos días de curso algunos directores han denunciado que han tenido que llamar a los becados con rapidez. A solo cinco días de que acabara el curso, recibieron un listado de aquellos a los que Educación sufraga el menú escolar, y se les solicitó información de todos los que perciben ayudas de otro tipo de convocatorias de cara a un posible convenio que no ha fructificado.