​"Quiero ampliar mi empresa pero en el pueblo no encuentro trabajadores"

?En la comarca de La Litera varias iniciativas empresariales tienen dificultades para encontrar trabajadores. En otras zonas de Aragón, en verano, también surge el mismo problema.

Metaga, una de las empresas de Binéfar con déficit de trabajadores
Metaga, una de las empresas de Binéfar con déficit de trabajadores

En la Litera tienen un problema que muchos podrán ver como una bendición. Les cuesta encontrar trabajadores. Con más de 83.000 aragoneses en paro la situación de esta comarca altoaragonesa puede parecer inaudita -y de hecho quizá lo sea- pero lo cierto es que los empresarios de la zona aprovecharon la visita la semana pasada del director general de Industria y Pymes de la DGA, Fernando Fernández, con motivo de unas jornadas para trasladar que, literalmente, les preocupa no encontrar trabajadores en un futuro cercano.


“Es un tema que llevamos unos años comentando entre los empresarios de la zona. Aquí, por suerte, tenemos bastante industria, el sector agropecuario funciona bien, y también hay proyectos tecnológicos, pero nuestros jóvenes no tienen posibilidad de formarse enfocados a estos sectores en el territorio”, señala Cruz Isábal, presidenta de la Asociación de Empresarios de La Litera, quien recalca que, “hay empresas que se pueden plantear una ampliación, pero que piensan que podrían tener problemas para encontrar mano de obra formada para sus actividades”.


La situación de La Litera, con una tasa de paro que apenas ha superado el 10% durante la crisis, responde a varios factores. Los pueblos y núcleos de la zona han conseguido conservar en buena parte sus plantas industriales, muchas de ellas arraigadas durante generaciones en los municipios que junto con Monzón o Sabiñánigo forman parte del polo industrial del norte de la Comunidad, a lo que se suma que algunos sectores del mundo agrario, como el porcino, han seguido creciendo con fuerza durante los últimos años.


En la capital administrativa de la Comarca, Binéfar, se encuentra Metaga, una de las empresas que tiene que lidiar con el problema de no encontrar trabajadores. “En más de una ocasión nos hemos planteado la opción de ampliar la empresa, pero la falta de mano de obra cualificada y también en ocasiones sin cualificar supone un impedimento”, explica Jorge García, director técnico de esta iniciativa familiar dedicada a la ingeniería y fabricación de maquinaria para el sector agro-industrial. Trabajan haciendo desde deshidratadoras de alfalfa, fabricación de piensos, o máquinas de reciclaje. En la actualidad cuenta con 35 empleados, y asegura que tienen que descartar trabajo por no poder asumirlo ni tener empleados a quien contratar.Falta de formación enfocada a la empresa


“Yo creo que el problema de fondo es una situación cultural”, cuenta el responsable de Metaga. “Durante años se ha despreciado el trabajo manual o en la fábrica, y nos estamos quedando sin personas formadas en estos campos, desde los trabajadores más rasos, que muchas veces tenemos que recurrir a personal extranjero, a ingenieros, que tampoco hay en la zona”, explica.


Todo ello a pesar de que La Litera, a pesar de contar también con núcleos pequeños, no es una de las zonas más afectadas por la despoblación. Su problema, comentan los empresarios, viene por la falta de formación relacionada con el tejido empresarial del entorno. Y eso que Tamarite cuenta con un módulo de Formación Dual de mecanizado que genera unos 15 nuevos titulados al año, de los que la práctica totalidad encuentran empleo en la zona.


“La FP dual ha ayudado mucho, pero a medio plazo hace falta comenzar nuevas formaciones en la zona”, explica Ángel Lorenzo, director de la fábrica local de Ames, empresa que comenzó en Cataluña hace más de 50 años y que hoy cuenta con una planta en Tamarite de Litera dedicada a la fabricación de piezas de metal sinterizado que exporta el 95% de su producción. Tienen 80 trabajadores, están ampliando su planta, y también ven problemas para buscar personal de cara a esta nueva etapa, en la que esperan superar el centenar de empleados. “A corto plazo las previsiones de crecimiento las podemos tenes cubiertas con los nuevos titulados que salgan, pero somos varias las empresas que estamos creciendo en la zona, y la demanda será mayor”, recalca.


En su opinión, hace falta que la Administración dé un impulso a títulos como este en la zona, que precisamente se inició con un convenio entre Educación y Ames, que apoyó su puesta en marcha prestando maquinaria para las clases.No son los únicos con pleno empleo, aunque los casos son muy distintos


El caso de la comarca de la Litera no es único cuantitativamente en Aragón. Hay otras zonas y municipios en la Comunidad que también mantienen tasas de paro que a ojos de la estadística podrían tildarse de cercanas al pleno empleo. Pero sí lo es cualitativamente, principalmente porque en otras zonas y municipios donde se da una situación similar esta está más ligada a la falta de población en edad de trabajar.


Eso es por ejemplo lo que ocurre en la Sierra de Albarracín, una de las comarcas donde más descendió el número de desempleados hasta el mes de abril con respecto al año anterior (-19%). Solo tienen 211 parados entre sus más de 4.600 habitantes. El problema es que de ellos un 30% tiene más de 65 años.


“Aquí el principal motor es el turismo y el campo. Y es cierto que en verano tenemos problemas para encontrar personal. Por ejemplo ahora lo hemos tenido complicado para contratar a tres cocineros”, explica Begoña Sierra, gerente de la asociación de empresarios turísticos de Albarracín, quien achaca más este déficit a la falta de habitantes y la marcha de los más jóvenes que al exceso de empleo.


Por delante de Albarracín el año pasado, donde todas las comarcas mejoraron sus datos de paro, aparece el Sobrarbe (-25% de parados en 2015). “Aquí tenemos un problema similar, en verano cuesta encontrar personal para todas las vacantes, pero el resto del año la población local disminuye mucho”, explican desde la asociación de empresarios de la zona.


Caso aparte es Leciñena, que es el municipio (apenas un 5%) con la tasa de paro de más baja de Aragón. “En tiempos de antes de la crisis nos costaba encontrar un peón cuando el Ayuntamiento sacaba alguna oferta, hoy no es el caso”, señala su regidor, Gonzalo Gavín. En este pueblo monegrino influyen diversos factores. El principal, la cercanía a Zaragoza y el peso que mantiene el sector ganadero, porque su polígono industrial, aunque mejor que el de otros muchos pueblos, también tiene parcelas vacías después de que dos empresas cerraran por la crisis.

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