"Este caso es excepcional, las muestras se manipulan y estudian con seguridad"

El decano de Medicina destaca que en los laboratorios se toman todas las medidas para evitar cualquier tipo de contagio. La abogada de la técnica del Miguel Servet pedirá su libertad.

El Hospital Miguel Servet de Zaragoza
El Hospital Miguel Servet de Zaragoza
Heraldo

Tras la detención e ingreso en prisión de una técnica de laboratorio del Hospital Miguel Servet por infectar presuntamente de tuberculosis una quincena de muestras, expertos en microbiología y compañeros de la arrestada quisieron transmitir tranquilidad a la población y, sobre todo, hacer hincapié en que el proceso de custodia y análisis de las muestras se hace con total seguridad.


El decano de la Facultad de Medicina y jefe de sección de Microbiología del Hospital Clínico de Zaragoza, Javier Castillo, aseguró que esta es una situación "excepcional", ya que aunque reconoció que las muestras pueden contaminarse (normalmente por patógenos ambientales), estos son casos aislados dentro del volumen de análisis que se manejan.


"Uno de los principios básicos con los que trabajamos en los laboratorios es que queremos saber lo que tiene el paciente y para ello, se toman todas las medidas de seguridad que sean precisas", señaló Castillo, que recordó que la manipulación se hace con guantes y en la mayoría de las ocasiones, con mascarilla, ya que recordó que el contagio puede ser "en doble sentido". El análisis de algunas muestras, de hecho, se lleva a cabo en campanas de flujo laminar, que garantizan un ambiente libre de contaminación. "Cuando trabajas con microorganismos tienes que extremar las medidas", destacó.


En ese sentido, un técnico de laboratorio que ha trabajado en varios hospitales aragoneses y prefirió guardar el anonimato tras el revuelo generado con este caso, recalcó que cualquier análisis cuenta con el respaldo de un médico. Recordó que los técnicos validan las muestras y vuelcan los resultados en un ordenador, pero es posteriormente un facultativo los que los certifica, da por buenos y decide lo que hay que hacer.


A raíz del arresto de esta profesional del Miguel Servet, el Colegio de Enfermería de Zaragoza pidió "prudencia", "mesura" y "respeto" a la hora de hacer cualquier tipo de valoración sobre el caso. Recalcó que el colectivo de enfermería está en contacto directo con los pacientes, una circunstancia que no se da en una técnica de laboratorio.


Precisamente, el Hospital Miguel Servet todavía se intentaba recuperar ayer del impacto de la detención de la trabajadora, identificada como M. P. V. V., de 37 años, como presunta autora de delitos de lesiones, daños y riesgo contra la seguridad colectiva. La inoculación intencionada de la bacteria de la tuberculosis en las probetas originó que se detectaran falsos positivos y se llegara a someter a tratamiento a una persona y a cuatro de sus familiares.


A pesar de que la técnica negó los hechos, la juez de guardia la envió a prisión. Su abogada, Olga Oseira, pedirá de forma inminente su puesta en libertad por entender que los hechos no han sucedido como se están contando, aunque no pudo revelar nada más al estar la causa secreta. M. P. V. accedió a su puesto por oposición, es fija en plantilla y ha tenido problemas laborales con su supervisora por distintos motivos, como la distribución de tareas, la organización del trabajo o la distribución de festivos.

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