Rosa María Artal: “Podemos es la manera de hacer política de la sociedad civil”

¿Había imaginado que entraría alguna vez en política?

No, de hecho había rechazado siempre la idea.

¿Cómo se gestó su llegada a las listas de Unidos Podemos?

Me llamó Pablo Echenique y de entrada le dije que no. Pero luego lo pensé. Me parece que estamos ante una oportunidad. Es ahora o nunca. Cuatro años más de lo que nos está ocurriendo sería gravísimo.

¿Qué objetivo se fija?

El objetivo es sacar el escaño y ojalá lo pueda conseguir alguien más. Cuantos más seamos tanto en Zaragoza como el resto de las provincias españolas más fácil será acometer ese cambio.

¿Cómo se ha integrado en el equipo de Podemos en Zaragoza?

Me ha parecido una maravilla. Pablo Echenique es un ser excepcional, con una capacidad de diálogo y convicción estupenda, con un afán de superación envidiable. A Pedro Arrojo lo admiraba desde hace años por su defensa de la nueva cultura del agua.

Su antecesor como número dos de la lista no fue elegido en diciembre. ¿Le preocupa?

No. Yo no tengo ninguna ambición política. Podemos es la manera de hacer política de la sociedad civil. Lo que sí que quiero es que haya un cambio y voy a echar una mano en lo que pueda.

¿Qué opina de su antecesor, el exmilitar Julio Rodríguez?

No lo conozco personalmente, pero me cae muy bien. Creo que los militares son necesarios en un país y ojalá estuvieran todos tan preparados y fueran tan demócratas como Julio.

A Julio Rodríguez se le acusó de cunero. ¿Deben tener vínculo los candidatos con el territorio?

Acusarme a mí de venir de fuera de Zaragoza me parece de una ignorancia supina. Nací en Zaragoza y crecí en Zaragoza. Todo en mí tiene vinculación con Zaragoza. Yo he estado luchando informativamente por los regadíos de Aragón, por la despoblación, me hicieron hija adoptiva de Fuendetodos. Pasa el tiempo y la vida se va por otros derroteros. De las cosas que valoro de ser aragonesa es precisamente la tendencia a la universalidad y la tenacidad. Cuanto más se constriñe uno a lo local, más se empobrece.

No llega por ser elegida en primarias. ¿Cómo rebatiría las críticas de los que hablan de dedazo de Echenique e Iglesias?

A ver, yo no soy de Podemos, sino independiente. Se hizo una confluencia con IU y en Podemos la militancia aprobó que se pudieran unir personas de la sociedad civil.

La candidata que fue elegida en primarias, Esmeralda Gómez, ha decidido renunciar a ir en listas.

Dado el malestar que vi, le pedí a Pablo Echenique el teléfono de Esmeralda Gómez. Le dije que si ella quería yo no tenía el menor problema en que fuera, que la apoyaría. Me dijo que no tenía nada contra mí y convinimos que lo prioritario era el fin que se persigue. Yo sé que está molesta y lo comprendo.

¿Qué es lo que quiere aportar a la vida política?

Hay una serie de problemas concretos tanto de Aragón como de España entera, que son parar los desahucios, acabar con la pobreza energética, que no haya gente que se quede sin comer o sin encender la calefacción, que regresen los jóvenes, algunos de los 100.000 científicos que se han marchado por los recortes, que los jubilados no tengan que colaborar con el mantenimiento de sus hijos y nietos... En Aragón, la despoblación es un problema grave. Somos tan pocos que en el mundo de los números no cuenta nuestra voz.

¿Cree que en esta ocasión es posible pactar un gobierno?

No soy adivina. Pinta mal, desde luego, porque cada vez se habla más de que terminará habiendo una gran coalición. El PSOE tiene un debate interno y todo depende de por dónde se decante, si apoya la gran coalición con el PP o se va con la izquierda, que es su lugar natural.

Usted defiende entonces pactar con el PSOE tras el 26-J.

Claro. Si se ha logrado unir IU y Podemos, la idea es que las cosas que nos unen han de primar sobre las que nos separan.

¿Ve a Pablo Iglesias de presidente y a Echenique de ministro?

No lo sé... Todas mis decisiones se basan en datos. Si me baso en hechos, me parece que podría haber una gran coalición PP-PSOE y que seguiremos igual cuatro años más, o tres o dos. No puedo aventurar más. Puede haber otra solución que es una coalición de izquierdas, que estaría muy bien.