Aragón, la segunda Comunidad en la que más aumentan los gases de efecto invernadero

Tras años a la baja, la mejora de la actividad económica ha vuelto a elevar los niveles de CO2. La DGA también estudia cómo rebajar los niveles de ozono.

Atasco en Zaragoza
Atasco en Zaragoza

Era algo que los colectivos ambientalistas esperaban. Una de las pocas cosas positivas -si es que se puede extraer alguna- de la crisis económica de los últimos años era que la emisión de contaminantes y gases de efecto invernadero habían tocado tierra en toda España a raíz del parón económico. La menor actividad de muchas industrias, el descenso del transporte y también, el cada vez mayor uso de medios alternativos habían conseguido que Aragón en particular situara sus emisiones en niveles similares a comienzos de los años noventa, cuando la Comunidad Internacional comenzó a establecer mecanismos más ajustados para ralentizar el cambio climático.


Sin embargo, los últimos datos facilitados este mes por el Ministerio de Medio Ambiente y Agricultura, que ha actualizado el inventario de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera, han corroborado que con la mejora de la economía las emisiones han vuelto a aumentar, aunque no en todas las regiones del país. De hecho, Aragón es la segunda autonomía donde más crecieron durante 2014 -los últimos datos contrastados- echando el cierre a una caída casi continua desde el año 2007, cuando se llegaron a firmar máximos históricos.


Por delante de Aragón (cuyas emisiones han crecido un 6,3%) solo aparece Castilla y León (con un subida de en torno a un 8%) como la Comunidad que más aumentó sus emisiones de CO2 frente al aumento del 0,4% que se ha dado de media en toda España. Por contra, un total de 9 autonomías y las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla han conseguido seguir rebajando sus emisiones con respecto al año anterior.


En el caso aragonés, en 2014 se emitieron a la atmósfera 16,6 millones de toneladas equivalentes de CO2, muy por debajo todavía del récord de 2007 (cuando se emitieron 21,9 millones) pero prácticamente un millón más que en 2013, curso en el que se tocó suelo.


Cabe recordar que aunque estas emisiones se midan en CO2 por ser el gas de efecto invernadero más representativo, en ellas se incluyen otros como el metano o los óxidos de nitrógeno, gases que pese a presentarse en la mayoría de los casos de forma natural en la atmósfera, comenzaron a ser controlados debido a que sus emisiones, disparadas en las últimas décadas por la actividad humana, estaban acelerando el calentamiento global. Un problema que volvió a sentar quorum entre la mayoría de la comunidad internacional a raíz de los últimos acuerdos de París -ratificados por cerca de 170 países a finales de abril- donde se llegó al compromiso (poco concreto según criticaron algunas ONG ecologistas) de no permitir que la temperatura global del planeta se eleve por encima de los 2 grados con respecto a los registros preindustriales.¿Cómo han cambiado las emisiones con respecto a 1990 en Aragón?


1990 fue el año marcado en el protocolo de Kioto para medir la evolución de emisiones de gases de efecto invernadero en los distintos países. A España en ese momento se le permitió mantener un aumento del 15% debido a que se encontraba en un momento de plena expansión económica. Sin embargo, en 2012, año de rendir cuentas, las emisiones se habían elevado en cerca de un 25%, algo que solo se solucionó mediante la compra de derechos de emisión a otros Estados.


La llegada de la crisis y el parón económico posibilitó que tanto España como Aragón rebajaran notablemente sus emisiones hasta el punto de que en 2013 la Comunidad consiguió por primera vez reducir en un 0,2% sus índices con respecto a al año base marcado en Kioto, reducción que sin embargo con la nueva subida vuelve a anularse. En concreto, en la actualidad Aragón emite unas 1,6 millones de toneladas de CO2 más que en 1990.


Por sectores, si bien las industrias de generación de energía siguen siendo las que más contaminan, ahora lo hacen un 30% menos que en 1990, principalmente a partir del cierre de la central de Escucha en 2012. Las plantas y procesos industriales en su conjunto, por contra, han aumentado sus emisiones de GEI en más de un 100% a lo largo de estos 25 años, al igual que lo han hecho los sectores residenciales y comerciales, la ganadería y la agricultura, y los procesos de reciclaje y tratamiento de residuos, como los vertederos y las plantas incineradoras, además del transporte.


 La DGA impulsará un plan para prevenir la contaminación por ozono


Pese a todo esto, es el ozono el gas que a priori más preocupa tanto a ecologistas como a Instituciones en Aragón. Aunque este gas es beneficioso en las capas superiores de la atmósfera, donde actúa como un escudo ante las radiaciones ultravioletas del sol, se convierte en una sustancia peligrosa en las zonas bajas, donde puede provocar problemas pulmonares y agravar alergias.


En los últimos años, y especialmente en los meses de más calor, Aragón ha registrado varios picos de ozono a bajo nivel que superaban los límites recomendados por la OMS, un panorama que esta semana ha llevado a la Comisión de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de las Cortes de Aragón a desarrollar un plan para su medición, estudio y control tras aprobar por unanimidad un texto de impulso de Podemos, enmendado por el PSOE, que también reclama al Ministerio de Agricultura un documento de acción nacional “para abordar medidas de mejora de la calidad del aire de forma global”.

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