Hay quien piensa que los institutos son campos de batalla llenos de adolescentes hastiados y poco interesados en los estudios. Pero algunas iniciativas puestas en marcha en varios centros de Secundaria de Aragón demuestran que hay otra forma de hacer las cosas. Varias de ellas se presentan, a partir de mañana, en la IV edición de Utopías Educativas.

En el IES Valdespartera, por ejemplo, el inglés, la oratoria, la tecnología y el arte se han convertido en habilidades transversales, que convierten a los chavales en los constructores de sus proyectos. Dos de ellos se van a exponer en Utopías, un foro que reúne, en Zaragoza, a algunas de las mejores iniciativas innovadoras en los centros educativos de toda España. Como muestra, en solo unos días se agotaron todas las plazas: hay 75 ponentes, más de 200 profesores inscritos y se presentan más de 40 proyectos (mañana y pasado, en Etopia).

Protagonistas de su aprendizaje

David de Blas (16 años) y Amelia Bellosta (15) cursan 4º de la ESO en el IES Valdespartera. Junto con otros compañeros contactan periódicamente con otros alumnos de un centro estadounidense, el Santa Fe High School. Se ponen en el lugar de una típica familia española, a la que bautizaron como el clan Abós García, y hacen videoconferencias sobre temas que van mucho más allá de lo anecdótico: debaten a conciencia sobre el sistema político en los dos países, la velocidad de internet, el mercado inmobiliario o los precios de la gasolina.

"A raíz de esto también decidimos crear un blog. La falta de Gobierno en nuestro país y la repetición de elecciones ha sido, por ejemplo, uno de los temas que más les han interesado, sobre todo porque ellos están en plena lucha política entre Hillary Clinton y Donald Trump", aseguran estos chavales, dirigidos por la profesora Ana Ferrer.

"Últimamente se habla mucho de innovación como si fuera algo complicado o que no se hace en los centros educativos", explica el director de este instituto, Jesús Martínez Verón. "Nosotros pensamos que consiste en cambiar la manera de dar clase, en adecuarnos a las demandas de los chicos del siglo XXI", insiste.

Otro proyecto paralelo lo hacen los chavales de 1º de la ESO. Con él, se intercambian obras de arte con reconocidos artistas a través del llamado ‘mail art’ (arte postal). Reciben creaciones por carta y entablan relación con ellos. Sofía Borque y Paula Rodríguez (12 años) insisten en que les supone un ‘plus’ en el día a día de las clases, sobre todo, porque no se les da hecho. "Es nuestro, nosotros lo recibimos y nosotros creamos", recalcan.