López-Otín: "Debemos buscar oportunidades que nos distingan y nos hagan más competitivos"

Encarna los valores y el tesón de Ramón y Cajal. Tan humilde como brillante, está convencido de que el futuro "es detodos y para todos".

El investigador oscense Carlos López Otín.
?López Otín: "Los avances exigen paciencia para no crear falsas expectativas"
Maite Santoja

Es usted aragonés, pero vive en Asturias. ¿Cómo ve desde allí el 23 de abril?

Viviendo fuera de Aragón, hasta ahora percibía este día con esa cierta nostalgia del que no está, pero este año lo voy a vivir de una manera muy distinta. Sin duda, habrá mucha emoción y gratitud porque voy a recibir un grandísimo reconocimiento que nunca hubiera imaginado. Pero leí una vez que la verdadera nostalgia no es del pasado sino del futuro, así que además de disfrutar de las celebraciones y más allá de la propia satisfacción personal, hoy también será un día de encuentro con muchas personas que me ayudarán a reflexionar acerca de las posibilidades que tenemos de construir un poco de futuro aragonés entre todos y para todos.


¿Cómo valora las perspectivas de su Aragón natal?

Los últimos años han sido muy difíciles para la investigación y para la Universidad en especial, en Aragón, en Asturias y en todo nuestro país. En la Universidad de Zaragoza hay grupos de investigación en diferentes áreas de conocimiento que poseen un enorme prestigio y que han tratado de sostenerse a duras penas en esta época que quiero creer que ha terminado.


¿Cuáles cree que son las principales virtudes de la gente de esta tierra?

Pasa la vida, pero los estereotipos se mantienen, por eso cuando alguien sabe de mi origen aragonés siempre lo asocia a ese concepto clásico de tozudo o terco. En mi casa aprendimos a transformar ligeramente esa idea y a la tozudez la llamamos tenacidad, una característica muy positiva y que es bastante frecuente en nuestra tierra. Sin embargo, hoy vivimos en un mundo global y con influencias múltiples, aunque algunas son tan dominantes que diluyen las identidades particulares y homogeneizan las culturas. Por eso, hay que saber buscar muy bien las oportunidades que puedan distinguirnos y hacernos más competitivos. Sigo muy de cerca la vida aragonesa, lo hacía antes y ahora cada vez más gracias al emocionante apoyo que han demostrado hacia nuestro trabajo muchos aragoneses: desde Sabiñánigo hasta Teruel, pasando por el mundo académico integrado en la Universidad de Zaragoza. Sin embargo, no vivo aquí y no me atrevería a hacer un análisis profundo de las fortalezas y debilidades aragonesas. En todo caso, y como observador externo, pienso que Aragón tiene una posición geográfica estratégica que le puede permitir jugar un papel importante para articular el progreso y crear riqueza. Además, y como decía Labordeta, al Norte los Pirineos, siempre los Pirineos, o sea naturaleza en su máximo esplendor, fuente de recursos y de inspiración.


¿Alguna carencia?

Tal vez falta creer un poco más en las propias posibilidades, algo que también percibo que sucede en Asturias. La escasa población de Aragón en relación a otras Comunidades y la amplia despoblación al Norte y al Sur generan desequilibrios que lastran el progreso. Mejorar las comunicaciones es algo que ha ayudado a progresar en algunos ámbitos. Lo he vivido en primera persona, hoy es más fácil que nunca llegar a Aragón, pero hay algo que me sigue llamando la atención: la salida hacia Europa no está bien resuelta y mucho menos en comparación con otras comunidades. No sé si peco de romanticismo y tal vez me falte información, pero me gustaría que la estación de Canfranc pudiera convertirse en nuestra gran puerta abierta para abrirnos al mundo. De todas formas, en la vida, que nunca es fácil ni en lo individual ni en lo colectivo, no basta con lamentarse, hay que ponerse a trabajar e intentar afrontar los retos pendientes. Todos tenemos el potencial para mejorar nuestro pequeño entorno.


Si hiciera una lista de prioridades, ¿cuáles serían los retos más urgentes para Aragón?

Hay que mantener una apuesta decidida y valiente por impulsar la educación a todos los niveles. No me canso de repetir que la educación es el mejor instrumento inventado por el hombre para progresar en un mundo como el actual, cambiante y confuso. Hay que apoyar a la Universidad porque representa la mejor cantera de la Ciencia, de la Tecnología y del Conocimiento en todas sus dimensiones; personalmente, no distingo entre Ciencias y Humanidades. En paralelo, hay que impulsar los centros de ESO y la FP, a los que acuden una nueva generación de estudiantes que deben instruirse en nuevos conceptos y profesiones que están cambiando el mundo. Hay que ganar la batalla de la innovación y ayudar a las empresas a que incorporen a estos jóvenes a sus plantillas, porque además de crear puestos de trabajo son la mejor savia posible para renovar el tejido productivo. Las experiencias recientes basadas en el fomento directo o indirecto de otras actividades humanas como la especulación y la corrupción han demostrado que no crean futuro, ni en Aragón ni en ningún lugar.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión