El gobierno de Javier Lambán ha conseguido el apoyo mayoritario de las Cortes para sacar adelante su primer proyecto de presupuestos, que asciende a 5.129 millones de euros, para lo que ha contado con el apoyo de su socio, CHA, además del de Izquierda Unida y, de forma reticente, de Podemos.

Con 28 días de retraso, en un avanzado mes de enero, el pleno de las Cortes ha dado el visto bueno a unas cuentas que, de forma general, han contado con el apoyo de PSOE, Podemos, CHA e IU y el rechazo frontal de PP, PAR y Ciudadanos.

En una jornada maratoniana, que ha comenzado a las 10.00 de la mañana y en la que se han analizado pormenorizadamente las partidas asignadas a todos los departamentos, las críticas cruzadas y los reproches han sido la tónica general en una sesión en el que se ha escenificado más que nunca que el hemiciclo aragonés está ideológicamente partido por la mitad.

Los presupuestos para 2016 ascienden a 5.129,5 millones de euros, un 2,3% menos que los de 2015, aunque las áreas sociales experimentan un incremento del 12,3 %, hasta los 3.074 millones.

Durante el debate parlamentario, las críticas de los partidos ubicados a la derecha se han dirigido, más que a los partidos del gobierno (PSOE y CHA), hacia Podemos. Para la aragonesista Elena Allué, por ejemplo, la "gran debilidad" del gobierno socialista "en minoría" es "plegarse" a un chantaje (en alusión a la formación violeta) que no tendría si pactase "con un grupo con más responsabilidad parlamentaria".

Ana Marín, del PP, ha considerado que no son unos presupuestos sociales y que su objetivo es "mantener moderadamente contentos" a los socios de "la casta de Podemos", y su compañero Miguel Ángel Lafuente ha abundado en que la formación morada tiene "muy claras" sus "estrategias y aspiraciones" y un solo discurso: el basado en la "acción social" cuando lo que hacen es velar por su "granero de votos urbano" y "dejar tirado" al medio rural.

Desde Podemos han dejado claro que estas no son las cuentas que su grupo hubiera elaborado, pero también que se han enfrentado a la disyuntiva de elegir "entre lo malo y lo peor".

"No hemos venido a las instituciones a ser realistas, sino a cambiar la realidad", ha enfatizado la diputada Amparo Bella, mientras que Marta Santos ha agregado que su objetivo es "devolver las administraciones a la gente" y, para ello su elección, como "mal menor", ha tenido que ser el PSOE.

Además, Nacho Escartín ha insistido en que Podemos ha llegado al Parlamento para trabajar "con responsabilidad y compromiso". "De chantaje y postureo, nada de nada", ha advertido.

Frente a las acusaciones de aplicar el rodillo vertidas desde PP, PAR y Ciudadanos, el socialista García Madrigal ha puesto en valor la pluralidad del parlamento y Gregorio Briz, de CHA, ha resaltado la "coherencia política" que supone que la izquierda vote en bloque, al coincidir sus "modelos y estrategias".

Los presupuestos, entre otros hitos, incluyen un incremento del Impuesto Aragonés de Inserción del 4% y su equiparación al Salario Mínimo Interprofesional para determinados casos; eliminan los créditos ampliables para los conciertos sanitarios y educativos (lo que ha sido calificado como un disparate por PP, PAR y C's), o fijan cláusulas de control al ejecutivo para cualquier modificación de crédito superior a 100.000 euros.

En un "contexto de pluralidad" y una "nueva forma" de ejercer la política "basada en el acuerdo", según el socialista Alfredo Sancho, la ley incluye una previsión de dotación para la futura ley de capitalidad, la exigencia de que las subvenciones públicas a las empresas estén vinculadas al mantenimiento del empleo, y más partidas para la lucha contra la violencia machista.

La política "ya no puede limitarse a administrar el estancamiento", ha dicho Sancho, quien ha advertido a Podemos, sin referirse expresamente a esta formación, que "nadie debe arrogarse el mérito absoluto" del cariz social que se ha dado a esto presupuestos.

Para el PP, según Antonio Suárez, el "agujero importante" es la "falta de apoyo a la actividad económica y la generación de empleo",algo en lo que coinciden PAR y C's, así como la "falta de ganas" de apuntalar la vertebración territorial.

El PP, Ciudadanos e IU también han llamado la atención sobre las carencias en justicia gratuita, y los populares han enfatizado el "poco interés" del PSOE por el medio rural, con "ausencia de soluciones" para los agricultores y ganaderos, según el popular Ramón Celma.

Gregorio Briz, de CHA, ha reconocido que el departamento de Vertebración Territorial sufre recortes, pero también que lo hace en beneficio del cariz social del que se ha querido dotar a las cuentas, mientras que para la aragonesista Lucía Guillén, los presupuestos son "tan morados que tienden a negro, de lo que se avecina" con ellos,

Patricia Luquin, de IU, ha resaltado por su parte que con este presupuesto "no termina nada", sino que "empiezan muchas cosas".