Las naves de la discordia

La sociedad pública de Plaza ha ganado 26,4 millones con la venta de instalaciones cuyo sobrecoste se elevó a 32,3 millones.

Agapito Iglesias, en la Ciudad de la Justicia, tras declarar ante el juez del caso Naves, en marzo.
Agapito Iglesias, en la Ciudad de la Justicia, tras declarar ante el juez del caso Naves, en marzo.
Asier Alcorta

La polémica promoción de naves modulares que Plaza encargó a Agapito Iglesias, cuyo sobrecoste millonario y está lejos de dejar de ser un quebradero de cabeza para el Gobierno de Aragón. Pese a que desde el Pignatelli se dio por hecha la venta en bloque del casi medio centenar que tiene colgadas desde hace años, la realidad es que solo ha logrado colocar nueve naves como dación en pago por parte de la deuda financiera acumulada, que ascendía a 86,6 millones de euros y que se saldó íntegramente a principios de mes. Es decir, se han tenido que desembolsar en metálico 8,6 millones más a los bancos de la cifra anunciada en un principio por el Ejecutivo PSOE-CHA.


El fracaso a la hora de vender las naves desmonta por completo la versión mantenida por los cargos socialistas durante el juicio del denominado caso Naves: el sobrecoste millonario en la construcción se compensaba holgadamente con la venta de las 128 almacenes modulares, pensados para albergar negocios relacionados con la industria auxiliar del automóvil. Diez años después de su construcción, la sociedad pública solo tiene alquilada una de las 39 que mantiene en titularidad en la actualidad y el negocio ha resultado un fiasco.


El exviceconsejero de Obras Públicas, Carlos Esco (PSOE), llegó a argumentar en la Audiencia Provincial que incluso se ganó dinero con la operación, a lo que el fiscal le replicó en el interrogatorio que lo que se juzgaba era otra cosa: el dinero que se habría pagado de más por las obras. El Ministerio Público, tras incluir la rebaja planteada por el perito judicial durante la vista, cifró el sobrecoste en 15,2 millones. Sin embargo, los letrados de la DGA y de la sociedad pública lo consideraron algo menor: 13 millones. Pero esto aún lo tiene que dilucidar el tribunal en su sentencia.


Las obras de la promoción, denominada como Área de Servicios, se adjudicaron el 14 de julio de 2005 por 14,5 millones de euros, aunque acabaron costando más del doble, 32,3, tras la ampliación del número de naves solicitada por el comprador, Autocity. Esta empresa solo llegó a quedarse con la primera fase de las naves en 2007 y firmó la resolución del resto de la promoción un año después. Desembolsó 21,6 millones de euros, además de una penalización de unos 400.000 euros por renunciar al resto.


Plaza tuvo que quedarse la segunda fase de la promoción, 56 naves modulares, en plena crisis e intentó venderlas sin mucho éxito. La MAZ adquirió una de ellas por 369.000 euros para atender a las empresas de la plataforma y se colocaron otras dos por menos de 700.000 euros.Ventas testimoniales


El Gobierno PSOE-PAR llegó a apalabrar en 2011 la venta del resto con un empresario asiático afincado en Madrid, David Dei, que pretendía promover un macrocentro de venta de productos chinos. La operación hubiera supuesto unos ingresos de 14,5 millones, pero solo se cobraron los 1,47 millones que depositó como señal, dinero por el que se le entregaron y escrituraron cuatro naves la pasada primavera. El titular es Industrias Plaza 52 SL, participada por varios españoles tras la salida del empresario asiático, según fuentes conocedoras de la operación.


El parón del mercado y la judicialización de la plataforma logística no ayudaron precisamente a la comercialización, por lo que el Gobierno PP-PAR saliente se limitó en cuatro años a finiquitar la operación con el empresario asiático tras exigirle sin éxito lo firmado.


La última operación se cerró entre finales de octubre y principios de noviembre con la venta de nueve naves a Ibercaja por 1,9 millones, negociada como dación en pago por la deuda. La entidad financiera formaba parte del sindicato de bancos al que Plaza debía una cifra millonaria y ha sido la única que ha aceptado parcelas y naves a cambio, ya que su compromiso iba más allá que el resto al ser al mismo tiempo accionista de la sociedad pública.Pérdidas millonarias


Si se suman todos los ingresos obtenidos por la venta de naves , la cifra ronda los 26,4 millones, con la que no se cubriría ni el sobrecoste de la obra civil encargada en su día a Agapito Iglesias, que se elevó a 32,3 millones.


Fuentes cercanas a Plaza remarcaron que al desembolso por la obra civil de los edificios modulares se le debe sumar la repercusión por la adquisición de los suelos y la posterior urbanización de la plataforma , además de los costes financieros.

Un promedio conservador de la compra de los terrenos rondaría los 10 euros por metro cuadrado y por su posterior desarrollo, otros 90 €/m2, lo que aplicado sobre los 200.000 metros cuadrados que ocupan las naves supone un coste de 20 millones. A esta cifra se debe sumar otro millón por los costes financieros de Plaza. Es decir, a la plataforma logística le costó el Área de Servicios más de 53 millones.


De este modo, los números de la promoción del Área de Servicios nunca saldrán pese a que algún día se lleguen a vender las 39 naves que mantiene Plaza. Las últimas se han pagado a 211.400 euros, su precio de tasación inmobiliaria, por lo que si se vendieran ahora todas de golpe se obtendrían 8,2 millones adicionales, elevando los ingresos globales a unos 34,6. Las pérdidas rondarían los 19 millones.

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