El Fran Mérida que reclamaba Tevenet

El buen momento del Huesca pasa por las botas del catalán, que estuvo dos jornadas fuera del once porque su técnico aseguraba que "tenía que aprender a dosificarse".

Luis García Tevenet da instrucciones a Fran Mérida durante el partido contra el Numancia.
Luis García Tevenet da instrucciones a Fran Mérida durante el partido contra el Numancia.
rafael gobantes

Hizo falta un único partido en el que Fran Mérida no estuvo en el once inicial, ante el Mallorca en la sexta jornada, para despertar el debate entre aficionados y periodistas. ¿Debía el centrocampista catalán jugar siempre como titular?. Una cuestión que se trasladó al entrenador del equipo, Luis García Tevenet, que respondió de manera clara, fiel a su estilo habitual: "Fran tiene que aprender a dosificarse, para poder estar en perfecto estado cuando se necesite su calidad". El técnico señalaba entonces algunos errores puntuales del jugador, en pérdidas motivadas por el peso de los minutos, y que en su día costaron demasiado caras al conjunto azulgrana.


Ahora, cinco semanas después, parece que el futbolista recogió a la perfección el aviso que le dejaba su entrenador, y ante el Numancia evidenció que su forma física ha mejorado notoriamente respecto al inicio, lo que convierte en más que obligada su presencia en la medular oscense. Mérida fue uno de los jugadores más destacados del encuentro, y así se lo reconoció el cálido aplauso que recibió de la afición de El Alcoraz cuando fue sustituido por Óscar Ramírez en el minuto 83, ya con un 2-0 en el marcador y un rival delante más que abatido.


Ante el Numancia, además de su faceta de creador de juego, Mérida también se estrenó como goleador, abriendo la lata para los oscenses con un disparo desde la frontal del área. "A nadie le amarga un dulce", decía el propio jugador en zona mixta al ser interrogado sobre su acierto de cara a la meta soriana.


No obstante, hizo suyo el discurso habitual de los deportistas en noches de gloria individual. "Me quedo con la sensación de que el equipo ha estado bien y la gente se ha ido contenta, que es algo que les debíamos", aseguraba. Con modestia o no, Mérida es consciente de su papel destacado en este Huesca, después de ver muchos partidos desde el banquillo la temporada pasada, cuando la Segunda B reclamaba más contención que la que podía ofrecer su bonita definición. "Está claro que a todo jugador le gusta jugar y yo espero mi momento", decía entonces el centrocampista del Huesca.


Desde que se inició la competición, Mérida ha disputado 723 minutos con la camiseta del Huesca, estando presente en diez de las convocatorias. Solo se quedo fuera de la jornada inicial por sanción, al arrastrar acumulación de tarjetas amarillas de la disputa del ‘play off’ de ascenso. De esos ha sido titular en todos menos en dos, contra el Mallorca y el Valladolid, cuando su puesto lo ocupo Íñigo Ros, jugador de corte mucho más defensivo.


Mérida ya ha demostrado que esa ‘magia’ que tienen sus botas, como dice el ‘speaker’ de El Alcoraz a la hora de presentarlo, tiene efecto tanto en casa como fuera. Ahora surge otra cuestión, la de cómo aprovecharla mejor. Por ahora, Tevenet prefiere colocarlo haciendo pareja con Manolo en el centro del campo. Aunque sobrevuela la posibilidad de un ‘trivote’, dando entrada también a Bambock, que permitiría a Mérida jugar más adelantado y, por tanto, más libre de labores defensivas, lo que le permitiría, incluso, medir mejor sus fuerzas, como le reclamaba su entrenador.

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