La nota de acceso a Medicina apenas baja desde julio y deja estancada la lista de espera
?La calificación que se exige ahora es 12,415, solo una décima menos. La media de los aspirantes es cada vez más alta.
Medicina es objeto de un análisis complejo y muy variable. Los candidatos a estos estudios son conocidos por tener una férrea vocación, y suelen estar dispuestos a elegir una facultad lejos de casa si eso les permite entrar con su nota de corte. Por eso, es habitual que los estudiantes echen solicitudes a entre 5 y 8 universidades distintas, y estén muy pendientes de cómo cambian las notas durante el verano. En pocos días o semanas, los puestos van corriendo (si alguno consigue entrar más cerca de casa puede darse de baja en la primera opción en la que le admitieron) y, por eso, es habitual que la nota de corte baje bastante.
El curso anterior, por ejemplo, se partió con un 12,4, que terminó en un 12. Este año, y ya casi en octubre, no se ha movido casi nada. El decano de la Facultad de Medicina de Zaragoza, Javier Castillo, reconoce que el dato les ha llamado la atención, y apunta varias causas que podrían estar influyendo en el dato.
Para empezar, este año más alumnos pidieron cursar estos estudios en Zaragoza en primera opción (2.908 alumnos) frente a los 2.542 del 2014. Este es el dato que se considera más fiable, ya que los que lo piden en otras opciones seguramente no tendrán tantos deseos (ni probabilidades) de entrar.
"No obstante, creemos que la clave de que las notas de corte sean cada vez más elevadas y de que, además, la lista no corra tanto, están en el nivel de los aspirantes", explica Castillo. Desde la facultad han observado que cada vez hay más alumnos que quieren cursar Medicina que, si no consiguen la nota que desean, prefieren presentarse en septiembre para mejorar su media y esperar un curso haciendo otro grado como Biotecnología, Enfermería o Veterinaria. De esta forma, se presentan al año siguiente con una calificación superior y, además, pueden convalidar algunas asignaturas.
Otros, incluso, prefieren darse un año en el que se preparan a fondo para la selectividad y, normalmente, obtienen también mejores puntuaciones. "Así que hay un grupo de alumnos que tienen una nota excelente que, lógicamente, sube las medias", observa.
También detalla, no obstante, que las notas van variando curso tras curso, y que se necesitaría un estudio secuencial a medio plazo para observar cómo se van consolidando algunas tendencias en el proceso de admisión.
Menos plazas, más para casa
El curso pasado, fueron aragoneses el 75% de los 180 alumnos, y con los de las ciudades anteriores, llegaron al 82,7% del conjunto. "En esto influye que otras comunidades tengan notas de corte más altas, por ejemplo, y también pensamos que ha podido reducirse el efecto llamada".
En esto último tendría mucho que ver que el número de plazas ofertadas haya caído drásticamente en los últimos años, pasando de las 224 de hace varios cursos a las 180 actuales. "Seguramente, además de la nota que se pide, los candidatos mirarán bien la oferta. Y que sea más baja, puede desincentivarlos al pensar que tendrán menos opciones", valora Castillo.