La DGA recaudará cien millones más con tasas verdes y subiendo IRPF y Donaciones

Fuentes de la DGA señalaron que el grueso de los ingresos extra llegarán gracias al nuevo impuesto medioambiental anunciado el pasado verano, que gravará a las empresas hidroeléctricas, y la subida en el tipo autonómico en el impuesto especial de hidrocarburos. Por este concepto, en los presupuestos de este año se recoge una recaudación de 288,3 millones y en Hacienda consideran que hay un amplio margen de "mejora" con tan solo ajustar el tipo a la media del resto de las comunidades autónomas. Lo que no se puede cuantificar es el número de conductores que dejarán de repostar en Aragón por el hecho de que ahora sea más barata aquí la gasolina.

Las negociaciones permitirán afinar las previsiones, ya que en el anteproyecto de ley de medidas fiscales se han incluido distintas simulaciones de aplicación sobre los impuestos existentes y los nuevos que se han planteado. Por poner solo un ejemplo, el que gravará la producción de las centrales hidroeléctricas de Aragón tiene una horquilla de entre 10 y 40 millones de euros, una diferencia más que sustancial y cuya concreción se determinará en las conversaciones que se mantendrán los próximos días.

Este tributo fue pactado por los socialistas con Podemos para garantizar la investidura de Javier Lambán, pero otros gravámenes planteados por la formación de Pablo Echenique en su programa electoral han sido ya descartadas. En el caso de la tasa por pernoctaciones en establecimiento turísticos, cuya aplicación rechazó oficialmente el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, el pasado viernes en una respuesta formulada por el PAR en el pleno de las Cortes.

Fernando Gimeno ha dejado muy claro que esta medida apenas aumentará la recaudación, en torno a los tres millones de euros, puesto que el número de contribuyentes que declaran grandes rentas son una minoría. En una de sus comparecencias antes las Cortes ya explicó que tan solo 140 aragoneses declaran ganar más de 300.000 euros al año en su declaración de la renta.

Desde las filas socialistas subrayan como si se tratara de un mantra que las clases medias y bajas no sufrirán las subidas impositivas, pero la realidad es que la DGA pretende compensar en la tarifa autonómica del IRPF la rebaja fiscal del Gobierno de Rajoy. Es decir, pagar más aquí por la reducción aplicada desde el Ministerio de Hacienda. "La Comunidad debe actuar para que el conjunto del IRPFno tenga repercusión negativa en Aragón", apuntó ya Gimeno a mediados de julio.

El consejero de Hacienda también ha incluido en su propuesta la reducción o supresión de reducciones y bonificaciones que aprobaron sus antecesores en el impuesto de Sucesiones y Donaciones, con las que están radicalmente en contra. Gimeno hace hincapié en la necesidad de equilibrar los gravámenes, ya que sostiene que las bonificaciones aplicadas en Donaciones ha provocado una caída de la recaudación de Sucesiones. La tesis oficial es que los contribuyentes con patrimonio optan ahora por donar sus bienes a sus hijos en vida porque pagan así "mucho menos".

De hecho, casi la mitad de la caída de ingresos, estimada en 165 millones de euros, con la que la DGA prevé cerrar el ejercicio se concentra en el impuesto de Sucesiones. El Ejecutivo PP-PAR calculó que ingresaría 177 millones, pero las previsiones apuntan a que se cerrará el año con tan solo 100. La causa que dan los técnicos es el impacto de los beneficios fiscales aplicados en los dos últimos ejercicios, que supuso una bonificación del 50% en el ejercicio de 2014 y un 65% en el presente. Se trata de la mayor caída entre las comunidades autónomas de régimen común.