Los acusados tratarán de convencer al tribunal de la Audiencia de que las modificaciones que se hicieron durante la construcción de 119 naves incrementaron el coste de la obra. Ya lo intentaron a lo largo de la instrucción con el magistrado Francisco Picazo, pero este encargó personalmente un informe pericial al arquitecto Teodoro Ríos que no hizo más que confirmar que, en su opinión, se había producido un sobreprecio de 16,7 millones sin ninguna justificación. Su conclusión fue avalada después por otro perito, el arquitecto Mariano Pemán, designado por Plaza como acusación particular, que fijó el sobrecoste en 17,8 millones.

Los letrados de Agapito Iglesias y Ricardo García Becerril presentarán cinco informes (cuatro a cargo del expropietario del Real Zaragoza) con los que quieren demostrar que los cambios que se introdujeron en las obras estuvieron justificados y fueron impuestos por Autocity, empresa que encargó las naves. Entre otras cosas, solicitó que se ampliara su número de 72 a 119, lo que afectó a la urbanización y los viales. Así lo mantiene el ingeniero Elías A. Mas Andrés, quien califica el informe de Mariano Pemán de incompleto, oscuro y confuso.

Por su parte, la empresa KPMG señala que no solo aumentó el número de naves, sino también elementos como altillos y escaparates. "Resulta evidente que cuando Plaza dio entrada a un tercero como Autocity y admitió abiertamente la modificación del proyecto inicial este dejó de ser ‘cerrado’, desde un punto de vista económico", defiende. El arquitecto Enrique Encabo llega a la misma conclusión. Mientras, Val Auditores Asociados afirma que la construcción de 56 naves que no se comercializaron "no tuvo ningún efecto negativo" en el patrimonio de Plaza. Dice que los fondos con los que la sociedad hizo frente a las obligaciones contraídas salen de la propia sociedad y no de su capital social, con lo que no puede afirmarse que se haya pagado a terceros con caudales públicos.

Forest Partners concluye que no se ha detectado ni un solo pago de las cuentas de Codesport a los otros imputados y que el margen neto de Iglesias en esta obra fue de 3,4 millones, algo "razonable".