Los atletas repiten victoria en el desafío hombre contra caballo de Lanaja
Los relevistas, que ya ganaron en 2014, se beneficiaron del percance sufrido por el equino en mitad del recorrido.
De hecho, Rayo, de 13 años de edad, al que avalan varios premios en concursos de raid y salto, se dañó una de las patas delanteras a cuatro vueltas del final, lo que permitió a los corredores recuperar la ventaja perdida e, incluso, superar con holgura la línea de meta. A pesar de ello, el público, que abarrotó la pista situada detrás del campo de fútbol, disfrutó de un emocionante desafío. En total, caballo y atletas completaron 12 vueltas al circuito diseñado, que sumaban unos 3 kilómetros. "Hemos empezado muy bien e, incluso, llevábamos ventaja. No obstante, el caballo ha tenido un problema en una de las curvas y hemos tenido que bajar la marcha", explicó el jinete, Rafael Alayeto, de Alagón, que se mostró dispuesto a volver el próximo año e intentar obtener la victoria. De hecho, alabó el esfuerzo de la población "por mantener una tradición única y de gran espectacularidad".
De hecho, cabe recordar que la actividad tiene su origen en los años 50. En aquel entonces, el alcalde de Lanaja, Jesús Abad, apostó con el médico Serafín Gazol a que el vencedor de la carrera pedestre sería capaz de ganar a un caballo. Así, tras recoger una recompensa entre el público, se celebró la carrera. El hombre fue Alberto Murillo, de Leciñena, y el caballo estuvo montado por Jenaro Cazcarro. La carrera constó de 25 vueltas y venció el caballo. A lo largo de los años, se han ido introduciendo novedades. De este modo, el caballo ha llegado a medir sus fuerzas con un tractor o un relevo mixto de corredor y ciclista. En la mayoría de las ocasiones, el caballo ha sido el vencedor.