Lambán sostiene que "solo la Iglesia" puede resolver el conflicto de los bienes

El presidente se reúne con Rudi, Iglesias y Lanzuela para escenificar la unidad de Aragón en la reclamación. Elude concretar qué medidas tomará pero dice que "no se descarta nada".

De izquierda a derecha, Javier Lambán, Santiago Lanzuela, Luisa Fernanda Rudi y Marcelino Iglesias, durante la reunión de ayer.
De izquierda a derecha, Javier Lambán, Santiago Lanzuela, Luisa Fernanda Rudi y Marcelino Iglesias, durante la reunión de ayer.
guillermo mestre

El Gobierno de Aragón "no descarta absolutamente nada" para lograr recuperar los bienes sacros de las parroquias de la zona oriental y del monasterio de Sijena retenidos en Cataluña, y con este objetivo pretende explorar todas las vías "que tengan posibilidad de prosperar". Así lo manifestó ayer el presidente autonómico, Javier Lambán, tras la histórica reunión que mantuvo en el Pignatelli con sus tres últimos predecesores: Luisa Fernanda Rudi, Marcelino Iglesias y Santiago Lanzuela. Con este acto se quería mostrar la "unidad y continuidad" en la acción de los sucesivos gobiernos de la Comunidad en un asunto "crucial desde el punto de vista simbólico".


En los últimos veinte años todos ellos tuvieron que afrontar durante su mandato este complejo litigio y tras escucharles, Lambán dijo tener "la certeza casi absoluta" de que "solo se puede resolver desde la Iglesia católica y el Vaticano" haciendo cumplir al obispado de Lérida sus sentencias, que son "rotundas e inequívocas", subrayó.


Partiendo de esta base, el presidente anunció que el próximo miércoles 23 se reunirá con el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo y aprovechará para visitar el Museo Diocesano barbastrense, donde desde su inauguración tienen su espacio reservado las 112 piezas que reclama esta diócesis.


A partir de ahí, Lambán quiere dirigirse a las más altas instancias eclesiásticas, sin descartar la "posible mediación" del arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, y de la Nunciatura, con el fin último de "tratar de involucrar al Papa". De él espera "un talante más positivo del que han tenido sus antecesores en el Vaticano".


El jefe del Ejecutivo aragonés eludió avanzar si aprovechará el encuentro con el obispo de Barbastro –el conflicto también afecta al de Huesca– para solicitarle la cesión de los derechos sobre las piezas reclamadas, de forma que la DGA pueda exigir su vuelta en los tribunales civiles.

Un camino con buen resultado

Esta fue precisamente la estrategia por la que apostó el Gobierno de Rudi, aunque se topó con la negativa de ambos prelados. Sí consiguió, en cambio, los poderes de la orden propietaria del monasterio de Sijena, lo que permitió plantear en 2013, junto con el Ayuntamiento, sendas demandas para recuperar las pinturas de la sala capitular y 97 piezas compradas en los años 80 y 90 por la Generalitat y el Museo Nacional de Arte de Cataluña. La sentencia de este último pleito anuló en abril esas operaciones y ordenó devolver las obras al cenobio, como recordó ayer la expresidenta. El juicio por la sala capitular se celebrará en los próximos meses.


Rudi consideró que la cesión de los derechos "es un buen camino", y tras el éxito obtenido, instó al actual presidente a "reiterar la petición a los obispos". Como el resto de los protagonistas de este frente común, subrayó que el litigio de las diócesis aragonesas con la de Lérida ha derivado en un "conflicto político" generado por las autoridades catalanas.


Pero los expresidentes también hicieron hincapié en la falta de compromiso que en todos estos años ha mostrado la Iglesia para hacer cumplir sus propias órdenes. El socialista Marcelino Iglesias –que responsabilizó igualmente a los partidos nacionalistas catalanes– reprochó que todos los obispos ilerdenses llegaron "con la encomienda de cumplir, pero aguantaron los 15 primeros días y desistieron". Tampoco exculpó al Vaticano. Recordó que se reunió con Pietro Parolin, actual secretario de Estado, y le transmitió que "siempre Roma hace cumplir las sentencias". A su juicio, hay que exigir que se materialice el decreto "firme que ya hay". Si el obispo de Lérida –el domingo toma posesión Salvador Giménez en sustitución de Joan Piris– "extrae los bienes del consorcio del Museo, se tiene que resolver", opinó, y deseó a Lambán "más suerte" de la que tuvo él. "Hicimos muchas cosas, pero con poco éxito", admitió.


Por su parte, Santiago Lanzuela rememoró que ya en 1995, cuando se creó la diócesis Barbastro-Monzón, "todos los informes decían que Aragón tenía los derechos" sobre las obras. Reconoció que se quedó "perplejo" cuando en 2010 oyó a un miembro del clero de Lérida declarar ante una juez que "no iban a hacer caso de las leyes canónicas porque tenían las catalanas". "Esto es muy serio", agregó indignado.


"Aragón siempre ha ido con la ley en la mano y enfrente hemos visto manipulaciones terribles que me gustaría que acabaran", dijo el popular. "Lo puedo entender, nunca justificar –añadió–, en el plano político, pero no en el eclesiástico". Y apeló a la "responsabilidad de la Iglesia".

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