La metamorfosis de Jorge Díaz

?El uruguayo ha pasado en solo 15 días de la desolación por no jugar por problemas burocráticos en Anduva a la alegría de apadrinar ayer el empate en Leganés.

Jorge Díaz golpea forzado una pelota sobre el campo de Butarque.
Jorge Díaz golpea forzado una pelota sobre el campo de Butarque.
alberto roldán

Probablemente haya que acudir más a la estadística que a la esencia del juego para determinar lo mejor del Real Zaragoza en Butarque. Un punto más a domicilio, la conservación del carácter invicto y de la media inglesa (empatar fuera y ganar en casa) como receta del éxito clasificatorio seguro... Valió el empate, pese a que el fútbol elaborado todavía reúna un sensible margen de mejora. No siempre casan juego y resultado.


Sin embargo, ayer un hombre, un nombre, apadrinó ambos valores en el conjunto aragonés. Jorge Díaz rescató un punto para el club del león rampante y además reactivó un colectivo que estuvo una hora gobernado por el rival.


Jorge Díaz no pasó desapercibido ayer. Tampoco ha permanecido oculto desde que llegó a Zaragoza. Su presencia es sensible tanto cuando juega como cuando no comparece en el campo. Su caso es singular. Popovic siempre contó con él. Sin embargo, no pudo debutar en la primera jornada de Liga en Miranda de Ebro. Apenas unas horas antes del inicio de la competición, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) no dejó inscribir al extremo uruguayo.


La causa argumentada no respondía a motivaciones presupuestarias, sino a la nacionalidad del jugador. La LFP consideraba que Jorge Díaz había perdido su condición de español por afinidad porque su esposa –que es española– había iniciado el proceso de divorcio. La noticia la conoció el jugador sobre el mismo césped del estadio de Anduva. Su futuro estaba en el aire hace apenas 15 días.


Después de cinco días de dudas acerca de su nacionalidad, su permiso de residencia y su condición de comunitario, el Real Zaragoza logró desbloquear la negativa de la LFP y pudo diligenciar la ficha del futbolista. Con toda la documentación en regla, Ranko Popovic reiteró su apuesta por el exjugador del Albacete. Jorge Díaz fue titular en el gran partido que el Real Zaragoza completó la semana pasada ante el Almería. Fue sustituido en el minuto 62 por Jaime. Antes había aportado una hora de calidad al juego del conjunto aragonés. Jugador de banda, ofreció lo que se demanda de un futbolista de esta condición: amplitud y profundidad.


Las bandas, la capacidad para crear desde los flancos, constituye una de las riquezas esenciales del conjunto que gestiona Popovic. Incluso con Hinestroza lesionado, el equipo del león saca la garra por los dos costados con Pedro y con Jaime, dos de sus futbolistas de mayor alcurnia.


Y con Jorge Díaz... La cita de ayer en Leganés significó un claro exponente. Jorge Díaz reemplazó a Jaime Romero en el minuto 63, curiosamente solo unos segundillos después de que Jaime Romero hubiera sustituido a Jorge Díaz ante el Almería. Desde que pisó el césped de Butarque, la electricidad de Jorge Díaz catalizó un Zaragoza hasta entonces somnoliento. Además de despertar a su equipo en el campo, también lo hizo en el marcador. Jorge Díaz firmó el gol aragonés en Leganés.


Dijo el día de su presentación que ocho goles no estarían nada de mal en su cuenta anual. Yo solo le quedan siete para cumplir la promesa. El de ayer sirvió para atrapar un punto que le va de perlas al equipo de Popovic. Y para confirmar la metamorfosis de Jorge Díaz, que en apenas 15 días ha pasado de la desolación de Anduva a la euforia de Butarque.

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