Tras un largo periodo de preparación del proyecto para cumplir con toda la normativa británica y europea de protección de datos, Guestscan empezó a funcionar ofreciendo a propietarios de casas rurales, caravanas, bed&breakfast, hoteles e incluso cruceros diversos servicios, el principal de ellos una base de datos para saber si los clientes que solicitan una reserva han tenido problemas en otros establecimientos con anterioridad.

Campbell explica que para ello los asociados deben incluir en sus condiciones de reserva unas cláusulas adicionales, informando a sus potenciales clientes de que si causan daños o costes económicos en el alojamiento sus datos serán incluidos en la base de datos durante un tiempo de entre dos y cuatro años, según el problema que hayan provocado.

Las empresas disponen de un formulario "inequívoco" donde detallar la causa de su denuncia del cliente: por irse sin pagar, por daño a la propiedad, por comportamientos abusivos hacia el personal u otros clientes, por ruido excesivo, por un número de personas superior al permitido en la habitación, por robo... La mayor parte, por ahora, se deben a ruido, gente que abusa del alcohol o que fuma en las habitaciones, o destrozos de diferente calibre. Antes de incorporar la queja, Guestscan comprueba la denuncia.

Según Campbell, el número de asociados está "creciendo exponencialmente", con empresas de toda la UE. Ahora buscan socios en otros países y están en conversaciones para asociarse con un operador que posee más de un millón de propiedades en Europa.