La economía crece un 3,1%, el mayor ritmo desde el inicio de la crisis a finales de 2007

Ahora regresa a aquella situación macroeconómica, sin tener en cuenta la tasa de paro actual del 22,3%, impulsada por los mismos elementos que la hacían avanzar entonces: el consumo de los hogares y, cada vez en mayor medida, el gasto público.

Según confirmó el INE, entre abril y junio el PIB mejoró un 1% en comparación con el primer trimestre del año, cuando la economía creció un 0,9%. Acumula nueve trimestres consecutivos al alza –prácticamente un año y medio– desde que a finales de 2012 tocara suelo con una caída que se acercó al -1%. Hasta entonces, el PIB había retrocedido de forma continua durante 11 trimestres –casi tres años seguidos, de 2010 en adelante– en la segunda recesión que vivía el país después de la de 2008 y 2009.

El tirón del gasto público que han llevado a cabo las administraciones explica una parte importante del impulso del país. En el segundo trimestre del año, las inversiones de los organismos oficiales crecieron a un ritmo del 0,4% frente al retroceso del -0,4% que experimentaban un año antes, en plena época de restricciones.

Entre enero y junio, los datos del INE indican que ese gasto público creció más de un 1% en términos interanuales. Se trata de la mayor cifra de toda la legislatura, después de que a finales de 2014 llegara a un 0,5%.

El incremento de las partidas presupuestarias para financiar obra pública, además de otras ayudas en el ámbito social, sostienen este incremento del gasto oficial, que ha tenido un fiel reflejo en el momento que vuelve a vivir la construcción. Este sector, que en su momento fue el que más tiró de la economía, se recupera ahora a un ritmo anual del 6,8%, prácticamente el triple que hace apenas un año.

Sin embargo, el secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, apuntó ayer que aunque es "positivo" que crezca, "el peso de la construcción sobre el PIB ha caído en 11 puntos mientras que el de las exportaciones ha aumentado". En su opinión, "España depende más del sector exterior y menos de la construcción".

En su conjunto, la inversión –incluidos construcción y bienes de equipo– también ha aportado su granito de arena a la recuperación con una subida del 2,2% en comparación con el primer trimestre y un 6,8% interanual.

El gran pilar en el que se asienta el crecimiento es el del consumo de las familias, también clave para entender el auge del país en los años del ‘boom’. Hasta el pasado mes de junio, los hogares consumieron un 3,5% más que en el mismo periodo de 2014. Vuelve a ser uno de los registros más altos de los cuatro últimos años y se confirma como el motor de la economía, después de nueve trimestres consecutivos al alza.

El empleo también aguanta en este cálculo del PIB. Registró una variación anual del 2,9% frente al 2,8% del último trimestre de 2014, lo que supone un incremento de 477.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo a un año.

Sin embargo, la remuneración de los asalariados se ralentizó en el segundo trimestre, al crecer al 3,3% frente al 4% que subió entre enero y marzo. Este descenso se debió a la caída del número de asalariados (del 3,2% al 3,1%) y a la bajada en 0,6 puntos de la remuneración media por asalariado (del 0,8% al 0,2%).