Aragón y Aquitania pedirán fondos a la UE para reabrir el tren Pau-Canfranc en 2020
Prevén acudir al Plan Juncker o a las ayudas Potecfa para asumir el coste de las obras.
El presidente de Aquitania dice que el tramo Olorón-Bedous se abrirá el próximo verano.
Rousset y Soro, que visitaron ayer las obras del tramo Olorón-Bedous, destacaron que su tarea está también en convencer a los dos gobiernos de París y de Madrid para que se entienda que su proyecto estratégico es para Europa. De hecho, el grupo cuatripartito que incluye a los dos estados y las dos regiones no se ha reunido en el último año. El consejero aragonés manifestó ayer que los dos millones de los Presupuestos Generales del Estado de 2016 para la línea en la parte española son insuficientes y que los 80 millones incluidos como gastos plurianuales para los cuatro años siguientes (2017 a 2020) son "un gesto". Aun así, en Aragón se conocen proyectos asignados a los plurianuales que nunca se han ejecutado.
El presidente de Aquitania, Alain Rousset, reconoció ayer que las dificultades más importantes del último tramo entre Bedous y Canfranc, con 32 kilómetros son financieras. "Espero que presentemos a la UE un dosier en común con el Gobierno de Aragón, porque hasta ahora se habían llevado por separado. Necesitamos a Europa, es muy importante", recalcó. En cuanto al tramo Olorón-Bedous, Rousset anunció que se pondrá en marcha el próximo verano, después del retraso (estaba previsto que fuera en marzo de 2016) motivado por la supresión de varios pasos de nivel, con el diseño de varios puentes y nuevos trazados de la carretera.
El presidente aquitano, que se presenta en diciembre a las elecciones regionales, recordó que las obras de la línea original que se afrontaron desde 1906 en el valle del Aspe fueron llevadas acabo en un 80% por obreros españoles, sobre todo de Huesca. Rousset asumió aquella "batalla" fue un proceso muy largo porque se el primer manifiesto que reclamaba la conexión data de 1853 y los trabajos se prolongaron 25 años.
Miembros de la SNCF Resau (la Renfe española) acompañaron en un autobús a representantes de los ejecutivos aragonés y aquitano, y de los ayuntamientos de los valles del Aragón (Jaca y Canfranc) y del Aspe, y varias asociaciones como Creloc, Fnaut (Federación Nacional de Usuarios de Transporte) y el grupo ecologista Sepanso.