La reaparición de Freddy Hinestroza después de su ausencia en la jornada del miércoles es una buena noticia para Popovic de cara al inicio de la competición de Segunda División. El futbolista colombiano no presentó síntomas de dolor y completó los ejercicios colectivos con normalidad, eso sí, luciendo el aparatoso vendaje en todo momento.

Preocupaba mucho cómo sería su evolución en los últimos días, ya que el nuevo fichaje del Zaragoza arrastraba una sobrecarga muscular desde el choque del pasado domingo ante la Real Sociedad. A pesar de que evidenció su falta de acoplamiento con el juego del equipo, Hinestroza exprimió al máximo su velocidad y acabó físicamente agotado los 64 minutos que estuvo sobre el césped de La Romareda.

Sin embargo, fue Rubén quien más preocupaba en el equipo, sobre todo por la cercanía del enfrentamiento ante el Mirandés y la dificultad añadida –por la ya definitiva baja de Mario– que supondría para el técnico serbio afrontar una rotación defensiva con únicamente dos centrales puros (Vallejo y Cabrera).

Rubén tuvo que abandonar la sesión vespertina del miércoles en la Ciudad Deportiva a causa de una contusión en el tobillo izquierdo producida durante un lance, precisamente con Hinestroza. Aunque nunca se perfiló como una lesión severa, hubo preocupación en las filas zaragocistas hasta la mañana de ayer, cuando completó el entrenamiento sin complicaciones.

El central gallego es, junto a Abraham Minero y el portero Pablo Alcolea, uno de los tres jugadores que a falta de once días para el cierre del mercado no tiene cerrada su continuidad en el Zaragoza. Su salario (percibirá más de 200.000 euros este año) es el principal escollo para su permanencia, debido al tope salarial de 4 millones de euros que la Liga de Fútbol Profesional ha impuesto al club. El rendimiento de Rubén es clave a día de hoy para la zaga blanquilla. Fue uno de los mejores en la abultada victoria del Zaragoza en el Memorial Carlos Lapetra. Si no siguiera, la plantilla se cerraría sin recambio posible.

Herrera, que lleva tres semanas y media de baja, tiene una fisura en una costilla a raíz del traumatismo que sufrió, según el parte médico de la entidad, el pasado 28 de julio durante el partido de preparación contra el Cagliari en Sicilia. Aquel encuentro finalizó 1–0 en contra de los de Popovic.

Aunque todavía no se ha confirmado cuánto tiempo estará el guardameta apartado de los terrenos de juego, se le quiere poner a punto para el partido de la segunda jornada, que medira al club blanquillo a domicilio al Leganés el próximo 30 de agosto. Será entonces cuando más se necesite la presencia del arquero madrileño, ya que Bono abandonará el día 31 temporalmente el Real Zaragoza para unirse a su selección, Marruecos, en un partido ante Santo Tomé, encuadrado en las eliminatorias para la Copa África 2017.