"Este oro no es mío, es de todos vosotros"

La bicampeona del mundo Carolina Marín destaca a su vuelta de Yakarta el gran trabajo psicológico.

Carolina Marín, recibida ayer por sus padres y su pareja en el aeropuerto de Madrid.
Carolina Marín, recibida ayer por sus padres y su pareja en el aeropuerto de Madrid.
Sergio Barrenechea/efe

Regresó Carolina Marín a España y lo hizo con una amplia sonrisa. Las horas de vuelo desde Yakarta no borraron la alegría de la bicampeona del mundo en la vuelta a su país, al que adora representar tanto como a su ídolo Rafael Nadal. Por eso hizo parada en el Consejo Superior de Deportes (CSD) antes de continuar sus entrenamientos en Ibiza. "Sinceramente no me esperaba esto. Ha sido algo especial primero hacer madrugar a todos los españoles y por eso he venido. Madrugar y ser felices es una muy buena cosa. Este oro no es mío, sino de todos vosotros. Quiero agradecer todo el apoyo recibido esta semana porque he notado ese pequeño empujoncito que uno necesita en los momentos duros", explicó antes de efectuar una gira por los principales medios de comunicación.


Sólo hubo dos personas que sonrieron más que la onubense. Sus padres subrayaron cada frase de la protagonista con la mirada y sus aplausos y la volantista les envió su reconocimiento en público. "Lo que he sacado de mis padres es esa pasión luchadora, ese no rendirme nunca. Tengo unos padres muy trabajadores que luchan siempre por lo que ellos quieren. Una de las cosas más importantes es dejar que tu hijo disfrute de lo que quiera y mis padres me dejaron disfrutar en su día del flamenco y luego del bádminton", comentó la andaluza en un fugaz resumen de su biografía.


Por supuesto, el triunfo en el último Mundial sobrevoló cada una de sus intervenciones. "El primer partido del Mundial era muy importante porque hacía dos meses que no competía. Era ese bache que hay superar para continuar en la recta. Fue más psicológico que estratégico, porque yo sabía jugar al bádminton y más que nada era vencerme a mí misma y saber que podía volver a la pista. El segundo encuentro también se me complicó bastante, pero creo que los nervios también alguna vez pasan factura. Pero con este trabajo psicológico que he estado haciendo para superar este Mundial lo he sacado adelante", explicó Marín.


"La diferencia que ha habido es que ha sido un Mundial diferente, especial. Ha sido un año complicado. Encima este mes me lesioné el pie derecho. He pasado algo muy duro para un deportista que es una lesión. He podido disfrutar un Mundial y, encima, volver con el oro", reconoció Carolina Marín, aunque tanto ella como su íntima Ana Muñoz, directora general de Deportes, evitaron sacar a la luz los problemas entre la Federación Española de Bádminton (FESBA) y sus jugadores profesionales.


Según fuentes de la federación, sólo falta un punto para alcanzar el acuerdo después de las quejas por el reparto de los patrocinios, los derechos de imagen y las reclamaciones de subida de sueldo del equipo técnico. En el acto de homenaje no se personó el entrenador principal de la bicampeona, Fernando Rivas, pero Carolina Marín leyó una carta en su nombre con elogios a sus valores y con su apuesta por "la innovación y creatividad frente a la tradición asiática", pero sin mencionar al presidente de la FESBA, también ausente por compromisos de agenda.


Por último, surgió el habitual asunto de los Juegos Olímpicos, una cita en la que la española tendría que colgarse una medalla para cumplir con su proyección. Aunque a la bicampeona del mundo se le ilumina la cara cuando se le habla del tema tanto como con el flamenco, prefirió postergar los pronósticos: "Para Río todavía queda un año. La primera competición es en septiembre en Japón y luego prepararemos varias torneos para el ranquin mundial. Después ya intentaremos preparar las mejores condiciones para ir a los Juegos"

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