Uno de cada cuatro abuelos cuida de sus nietos y dedica unas siete horas al día

"Lo hago por los hijos, están trabajando", admiten mayores sorianos, quienes aseguran que a veces "es muy cansado" por su edad y salud.

Fotografía de archivo de una niña acompañada de su abuelo
Fotografía de archivo de una niña acompañada de su abuelo
Heraldo

Los abuelos son un pilar clave en la vida familiar en unos tiempos en los que aún no se puede hablar de respiro económico y en los que la conciliación familiar y laboral no siempre está al alcance de todos. Cabe recordar que uno de cada cuatro hogares de Castilla y León está sustentado por personas mayores que cobran una prestación por jubilación, según el último Observatorio Social de la Federación Estatal de Pensionistas y Jubilados de CC. OO. La situación, como han revelado los propios afectados a este periódico en diferentes ocasiones, no es ajena a la provincia de Soria. La Federación Provincial de Asociaciones de Pensionistas y Jubilados recuerda que son muchos los mayores que "ayudan", de algún modo u otro, a sus hijos. Una de estas formas es cuidando de sus nietos, una práctica muy extendida en los últimos años y que puede corroborarse echando un vistazo en los parques y calles. En verano, con la ausencia de obligaciones escolares para los más pequeños, la situación se agudiza.


Uno de cada cuatro abuelos españoles cuida de sus nietos y dedica una media de siete horas diarias, dos más que la media europea, según datos de la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación de Europa. En parte, estos datos se deben al importante aumento de la esperanza de vida: 83 años de media, 85,7 años en el caso de las mujeres y 80,2 años en el caso de los varones.‘Doble dependencia’

"Lo hago por los hijos, porque ellos están trabajando y no pueden", admiten un par de abuelos que van con su nieto de cinco años por una de las calles de la capital al ser abordados para cuestionarles sobre el tema. Aseguran que a lo largo del año también lo hacen, pero en verano el cuidado se torna diario "porque no hay colegio y el niño no se puede quedar solo si sus padres no están", explican para incidir en que prefieren mantener al anonimato después de confesar que el sentimiento es "un poco de esclavitud; sí, es una alegría tener a los nietos, -tenemos más, pero no viven aquí-, te dan la vida, pero también es muy cansado y nosotroa vamos siendo ya mayores...".


Los abuelos son un colectivo potencialmente receptor de cuidados, pero al mismo tiempo, son cuidadores de otras personas dependientes -aunque sea temporalmente-, que son sus nietos. Hay que tener en cuenta el estado de salud de los abuelos cuidadores, ya que muchos de ellos padecen dolencias e incluso limitaciones y se da la curiosa paradoja de la ‘doble dependencia’ ya que, siendo potenciales receptores de asistencia, a su vez se dedican a atender a los pequeños de la casa.Sentirse vivos

"Hemos criado a nuestros hijos y ahora a los nietos, pero no nos queda otro remedio; lo hacemos a gusto aunque a veces necesitemos un poco de respiro", mantienen otros abuelos que ahora tienen a sus nietos pasando las vacaciones de verano en un pueblo de la provincia. Otros que también tienen a dos de sus nietos pequeños en otra localidad soriana indican las bondades de pasar el tiempo con ellos: "Estar en el pueblo no es como estar en un piso, más limitado; ellos se lo pasan bien estando casi todo el día al aire libre y para nosotros es menos complicado cuidarlos". Además, reconocen, "cuando se marchan lo pasamos mal".


La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recuerda que los abuelos cumplen un papel "fundamental" en la crianza de cualquier niño. "Mediante el contacto con sus abuelos, los niños viven nuevas experiencias, descubren tradiciones y nuevas aficiones, pero lo más importante de esta relación con los abuelos es el valor y el respeto derivado del intercambio entre personas de diferentes generaciones unidas por un vínculo afectivo", puntualizan.


Desde el organismo aclaran que los abuelos desempeñan un rol imprescindible en la educación de los hijos, especialmente en lo que se refiere a la transmisión de enseñanzas y valores. Y esta relación también es beneficiosa para los mayores, ya que, razonan, "les ayuda a combatir la soledad, les hace sentir más vivos y útiles, les ayuda a mantener una buena forma física, les proporciona un mejor rendimiento cognitivo, se sienten más integrados y es una oportunidad para vivir una ‘segunda paternidad’".Que no sea una obligación

Si bien, desde la SEGG se recuerda que cuidar de los niños debe ser una actividad placentera para abuelo y nieto, evitando que se convierta en una carga para la persona adulta, ya que esta situación puede conllevar, a la larga, problemas de salud a la persona mayor. De acuerdo a los especialistas en Geriatría y Gerontología, cuando un nieto se convierte en una carga es porque previamente la situación ha acarreado "problemas de estrés, ansiedad o depresión" después de que los abuelos se hayan visto "sobrecargados de actividades y responsabilidades con los nietos en detrimento de sus propias necesidades". Por eso, lo mejor es seguir las pautas del decálogo reproducido en este página de la SEGG en el que, entre otras cosas, se recomienda disfrutar de la actividad, sin que sea una obligación, aprender a decir ‘no’ antes las tareas que se crea que no pueden hacerse y no sentirse culpable por ello, aunque sea difícil, como han admitido algunos de los abuelos consultados por este periódico.

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