"Muchas de las nuevas series actuales son alta cultura"

-Tiene que ser más complicado porque dependes de la audiencia y el objetivo es que la gente no coja el mando a distancia y cambie. Y ahí se van millones de dólares... o de euros.

-Como en el cine ¿también es mejor el libro, cuando se adaptan novelas para la televisión?

-Bueno... hay de todo. Pero adaptar una novela que ha funcionado para el cine o para una serie va a traducirse en espectadores, eso casi seguro. Por eso hay tantas hoy.

-Se habla de una nueva edad de oro de la tele y de series que crean un nuevo lenguaje. ¿Cuál?

-El del extrañamiento, ese término literario formulado por teóricos rusos, ese no sé qué que atrapa al espectador. Y es el nuevo lenguaje de la calidad. Aunque parezca paradójico, en cierto modo es nuevo en la televisión.

-¿Por qué las series no se han considerado alta cultura hasta ahora?

-Porque había una concepción de que eran solo un entretenimiento y por eso se emitían en ‘la caja tonta’. Y con el paso del tiempo, se ha evolucionado. Y hoy muchas de estas series de la nueva edad de oro son alta cultura.

-En un guión, ¿qué recursos literarios se encuentran?

-No soy especialista, aunque he estudiado algunos, pero son literatura, narración. Cómo se forma un personaje, sus paradojas, sus inquietudes, sus problemas de identidad... Las temáticas están en un sitio y en otro.

-Y ¿por qué a la comedia se le da menos importancia? ¡Con lo que cuesta hacer reír!

-En lo literario, es muy difícil. La comedia siempre ha formado parte de lo que en literatura se conoce como géneros bajos. Es el género de la subversión, en el que no entran en juego los problemas del alma humana, que es lo que más atrae al espectador. Nos atrae la infelicidad, en la felicidad no hay muchas historias que contar.

-¿Por qué decimos que una serie es literaria cuando es buena?

-Quizá aún tenemos en mente que la literatura forma parte de las instituciones, de lo elevado.

-¿En qué género tendrían los guionistas que centrarse más? ¿En el culebrón?

-Yo creo que lo hacen bien como lo están haciendo. Saben qué escribir para vivir bien. Hoy, por ejemplo, funcionan muy bien los ‘dramedia’, que mezclan géneros. Todo espectador tiene su serie.

-Y ¿cuál es la suya? ¿Qué ficción es para usted como poesía?

-‘Breaking bad’. Y ‘The shield’. Por la complejidad de sus personajes, los giros narrativos. Creo que los antihéroes le gustan a todo el mundo.

-Y ¿cuál es el Quijote de entre las patrias?

-Actualmente, ‘El ministerio del tiempo’.

-Pensé que diría ‘Crematorio’...

-‘Crematorio’ es excelente, sí. Se centra en la corrupción y es curioso que no se toque más el tema, tan actual. Pero ‘El ministerio’ es quijotesca porque cuida la Historia, aparecen escritores, defiende la cultura, y eso es algo extraño en la televisión en general.

-Y ¿qué provoca que de una serie se escriban páginas y páginas?

-Cada vez son más frecuentes los libros sobre series, quizá porque han sobrepasado el umbral del mero entretenimiento, están expresando cosas sobre nuestra sociedad y sobre cómo somos como ciudadanos. Y eso nos interesa porque las buenas series lo que hacen es analizar el ser humano.

-Su libro se subtitula ‘El poder de la ficción’. ¿Es como el de Supermán, que nos hace volar?

-Es un poder mucho más reducido, pero a la vez más amplio, porque depende de cada persona. Cada uno, cuando se enfrenta a la ficción, tiene la posibilidad de vivir nuevas vidas, de tener otro yo.

-Escribió también ‘Ser profesor de Lengua Castellana y Literatura’. ¿Era comedia o drama?

-Ese era un manual... En octubre publicaré mi sexto libro, este, de relatos. Ser profesor de Lengua y Literatura no sabría decirle de qué genero es. Como cambian las leyes educativas cada dos días...