La culpa la tienen unas paperas que le obligarán a permanecer por lo menos 15 días de baja, además aislado porque es una enfermedad contagiosa habitual en niños, pero que en edad adulta puede tener complicaciones. El club, incluso, aclaró que el delantero brasileño estaba vacunado previamente. El tridente, de esta manera, se queda cojo.

Será la tercera pretemporada consecutiva, todas las que lleva en el club, que Neymar arranca con problemas. En su primer año llegó debilitado por una anemia, en el segundo sufría las secuelas de la lesión en una vértebra por el rodillazo del colombiano Zúñiga en el Mundial y en el tercero está afectado de paperas. El club ocultó la enfermedad de Neymar hasta ayer, algo que no es nuevo ya que la citada anemia en plena gira por Israel fue ocultada en principio y hasta que se confirmó que se produjo después de un operación de amígdalas, no se informó de la misma.

Para evitar contagios, Neymar es el único jugador de la plantilla que no viaja hoy a Tiflis para enfrentarse mañana al Sevilla. Luis Enrique decidió llevarse a toda la plantilla, incluso a los lesionados Jordi Alba y Douglas, que no tienen opción de jugar, y a los ‘vetados’ por la FIFA, Arda Turan y Aleix Vidal, que no podrán debutar hasta enero debido a la sanción al club.

En la convocatoria sí está Pedro Rodríguez, cuyo futuro puede verse condicionado por la enfermedad de Neymar. Sigue queriendo marcharse al Manchester United, club que tampoco oculta que le quiere. Pero la oferta no acaba de formalizarse y el Barça no tiene prisa porque no quiere vender. Es decir, que el jugador debe depositar los 30 millones de la cláusula de rescisión en el club. Simplemente, el delantero canario quiere jugar los minutos que le niega un tridente formado por Messi, Luis Suárez y Neymar.

Ahora, salvo sorpresa, Pedro será titular en las dos Supercopas, como en las de 2009 cuando fue decisivo en el año de la seis copas con Pep Guardiola. El atacante canario tiene la oportunidad de provocar un referéndum popular debido al cariño que le tiene la afición del Barça. Neymar, por cierto, se librará de las iras de los aficionados del Athletic en la Supercopa de España, tras su filigrana en la final de Copa que fue tildada de provocación por sus rivales e incluso por su propio técnico.