"No es para tirar cohetes", dicen los responsables del sector hostelero en Aragón, pero todos coinciden en que las cifras de ocupación están siendo este verano entre un 5% y un 6% más elevadas que las del pasado año. Y también hay unanimidad a la hora de señalar la causa de este aumento: el turismo nacional va remontando "poco a poco" tras la larga crisis.

Las tres provincias han empezado agosto con muy buenas expectativas, después de un mes de julio que también ha dejado cifras positivas. E incluso se esperaban mejores, apuntan los empresarios, si no hubiera sido por las altísimas temperaturas que dejaron las sucesivas olas de calor y que disuadieron a algunos de hacer turismo a más de 40 grados.

En la provincia de Huesca, donde este sector representa el 20% del PIB, se prevé que la ocupación media este mes se sitúe entre el 75 y el 80%, aunque estos datos mejoran los fines de semana y también se superan en las cuatro comarcas pirenaicas. Jaca o Benasque podrían alcanzar el 100% en la festividad de la Virgen. En esas zonas, los festivales y otras actividades, como la Ultra Trail del Aneto, también permitieron cerrar julio con muy buenos datos.

Otro punto clave estos días es la capital, que tiene llenos sus hoteles este fin de semana para dar la bienvenida a las fiestas de San Lorenzo. Del martes al jueves, habrá "un pequeño bajón al 70%", comenta Roberto Pac, presidente de la asociación provincial de Hostelería y Turismo de Huesca, pero a partir del viernes se espera rozar de nuevo el 100%. En todo caso, reconoce que San Lorenzo sigue teniendo un carácter "familiar y provincial", ya que "diez años después, la declaración de Fiestas de Interés Turístico Nacional no se ha notado". "Falta trabajar en la promoción todo el año", expone.

En Teruel, las previsiones para este mes apuntan a una media de más del 70% de ocupación, aunque las reservas de última hora podrían incrementar aún más el dato. "Cerraremos un poco por encima de 2014", augura Juan Ciércoles, presidente de Teruel Empresarios Turísticos, que celebra que "el cliente nacional, que se había retraído estos años, ahora empieza a salir, aunque no todo lo que quisiéramos".

En julio las cifras fueron similares a las del pasado año, con una media del 50% de camas vendidas, aunque destinos como Teruel y su entorno, Gúdar-Javalambre, el Matarraña, el Maestrazgo o el Bajo Aragón superaron esos niveles Además, "cada día vienen más extranjeros, sobre todo franceses y alemanes", destaca Ciércoles. Pero recuerda que los empresarios "tienen que hacer los deberes". "Teruel tiene potencial y tenemos que saber explotarlo", añade.

Mientras, en la provincia de Zaragoza confían en mantener el 70% alcanzado en julio, un 5% más que hace un año, si bien de cara al día 15 ya hay un 83% de reservas, un 7% más que en 2014. La mayor actividad estará en Calatayud y otras localidades que también celebran sus fiestas, mientras que en la capital se prevé un 40%, diez puntos menos que el pasado año. La explicación está, según Jesús Boillos, secretario general de Horeca (Asociación Provincial de Hoteles), en que al caer en sábado el día 15 no hay puente y será un fin de semana más. En el conjunto del mes, prevén llegar al 50%, tras un mes de julio que acabó al 48%, un 4% más que en 2014. "El año va mejor que el pasado y esperamos que continúe esta tendencia", comenta, al tiempo que recuerda que se mantiene la proporción de tres nacionales por cada turista extranjero que llega a la ciudad.

Mientras, el turismo rural rondará el 75%-80% este mes –entre el 4% y el 6% más que el año pasado–, aunque el próximo fin de semana se llenarán las casas del Pirineo, Gúdar-Javalambre o Albarracín. En julio, con un 45%, fue peor que el de 2014. El descenso se notó especialmente en Zaragoza, donde el incendio de las Cinco Villas hizo que en esa zona se anularan la mitad de las reservas, por lo que Jesús Marco, presidente de las asociaciones aragonesas de turismo rural, reclama beneficios fiscales para paliar la caída de ingresos de los establecimientos.